Goga Bitadze (Georgia, 2,11m, 19 años), otro gran prodigio de la “Quinta del 99”, como Luka Doncic, es la nueva tendencia del baloncesto europeo. La joven joya georgiana, trending topic en los corrillos de la Euroliga, está en boca de todos, demostrando que ya se ha convertido en  una realidad. 
 
Quizá hayamos asistido durante estas semanas al nacimiento de una estrella a nivel europeo, o quizá a su consagración, porque ya lo era con anterioridad, pero desde que decidió recalar en Buducnost hace un mes para presentarse en sociedad, y en qué mejor escenario que la Euroliga donde proyectar el gran momento de forma en el que se encuentra, su impacto en la competición ha sido inmediato
 
La pasada jornada, en la flamante victoria de Buducnost en Podgorica frente al Real Madrid, el joven georgiano declaraba tras el partido para la Euroliga: “El año pasado estuve como espectador en la Final Four de Belgrado y no podía imaginar que tendría la oportunidad de enfrentarme al campeón este año”. 
 
Lo cierto es que su equipo zarandeó al  actual campeón y Bitadze volvió a acaparar los focos, firmó un doble-doble: 13 puntos, 10 rebotes y 3 tapones, demostrando su enorme calidad frente a algunos de los mejores pívots de la competición.
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Al no haber disputado el mínimo de partidos exigidos, no aparece todavía en las estadísticas, pero por ejemplo, en los cuatro primeros partidos que ha disputado en la competición, ha promediado un 21,3 de valoración, cifra solo superada por un jugador de la talla de Jan Vesely. Además, también estaría al frente de una hipotética clasificación como mejor taponador de Europa con 3,3 tapones de media. Y es que, tras sus cinco primeros partidos, tiene unos promedios de Top 10, algo que a sus diecinueve años no está al alcance de cualquiera.
 
Este movimiento de recalar en la Euroliga algunos meses antes de que se celebre el Draft, recuerda al que en su día hizo Ante Zizic, representado por el mismo agente que Goga, Misko Raznatovic. Hace tres temporadas, Ante Zizic llegó a mitad de temporada a las filas de Darussafaka, y se convirtió de inmediato en la referencia interior del conjunto otomano, con el que tuvo un papel destacado en la eliminatoria de cuartos de final que su equipo disputó frente al Real Madrid, antes de dar el salto meses después a la NBA.
 
Raznatovic justicaba también el movimiento de su jugador en esta dirección, tras la experiencia que tuvo con Zizic: “Ante jugó para la Cibona y brilló en la ABA League también con diecinueve años. Entonces decidimos ir a Darussafaka para disputar la segunda parte de la Euroliga, y luego fue elegido por Boston Celtics en un puesto alto”.
 
Y es que, salvo sorpresa de última hora, Bitadze se declarará elegible en el próximo Draft. Siendo ya un fijo de los mocks y de las quinielas que se hacen los meses previos a la ceremonia, y con la expectación que hoy en día se tiene en América con la cantera europea, las previsiones lo colocan al final de la 1ª ronda, y a buen seguro dará todavía mucho que hablar si sigue en esta línea ascendente.
 
El gran impacto que ha tenido la reciente llegada de Luka Doncic a la NBA y el “efecto Jokic, consagrado como uno de los grandes pívots de la liga y jugando a nivel MVP, han hecho volcar la mirada con atención  hacia los Balcanes, y esto podría hacerle subir posiciones, además del rendimiento que pueda ofrecer en estos meses que restan de competición y de su calidad, por supuesto.
 
Con Nikola Jokic comparte el hecho de haber vestido la llamativa – y por qué no decirlo, hortera – camiseta de Mega Bemax, motivo por el cual, automáticamente aparecen las siempre odiosas comparaciones. Personalmente pienso que sería un error comparar a ambos jugadores,  ya que poseen características diferentes, aunque si bien el georgiano tiene una gran inteligencia para el juego, no posee la privilegiada visión de Jokic.
 
Hijo de jugador de baloncesto que se tuvo que retirar prematuramente por las lesiones, Goga ha mamado de este deporte desde una edad muy temprana, y ha crecido en el baloncesto moderno, ese que ha convertido a los pívots en tiradores, mirándose en el espejo de otros compatriotas suyos destacados en el deporte de la canasta, tales como: Vladimir Stepania, Manuchar Markoishvili, Giorgi Shermadini, Zaza Pachulia o Tornike Shengelia
 
Talento precoz, Goga llamó rápidamente la atención de los ojeadores cuandó lideró a su selección, Georgia, en el Europeo Sub 16 de 2015, con unos promedios de 14,2 puntos, 8,9 rebotes y 3,6 tapones de media por partido. En aquel torneo se descubría como un especialista taponador que poseía un talento innato para acudir al rebote ofensivo.
 
En 2016, con dieciseis años se mudó a Serbia para pulirse en Mega Bemax, lugar tradicional donde se forjaron en su día otros jóvenes talentos como Novica Velickovic, Nikola Pekovic, Boban Marjanovic, Dejan Musli o Nikola Jokic, entre otros.
 
Al año siguiente, en el Europeo Sub-18, promedió 11,4 puntos, 10,3 rebotes y 1,5 asistencias.  Bitadze fue seleccionado para disputar el prestigioso Adidas Next Generation, donde promedió más de 17 puntos y 11 rebotes por encuentro, y ese mismo año, fue convocado por la selección absoluta de Georgia para disputar el Eurobasket. Ya sabemos cómo acabó la historia para Doncic y su Eslovenia, mientras que Bitadze, que era el jugador más joven del torneo, no disputó ni un solo minuto.
 
Con Mega Bemax, huérfano tras la marcha de su joven estrella, estaba firmando unos grandísimos números antes pasar a las filas de Buducnost: 20,2 puntos y 7,9 rebotes, siendo uno de los grandes reclamos de la ABA League.
 
Hace un año, Stepania, primer jugador georgiano en jugar en la NBA, y por lo tanto, voz más que autorizada en su país, comentaba sobre Goga: “Me ha gustado mucho Bitadze, pero es demasiado joven y está todavía demasiado verde aunque ya luzca como un profesional más. Tiene buena mano y puede tirar incluso desde fuera, pero necesita adquirir experiencia. Pero desde luego, tiene tiempo de sobra para estudiar los fundamentos del baloncesto”.
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Y es que Bitadze encaja bien en la definición que hoy en día se hace del denominado pívot moderno; domina muchos aspectos del juego, es ágil, tiene inteligencia en el juego, no solo tira desde la media distancia, sino que es capaz de jugar desde el exterior y es capaz incluso de correr la cancha o botar hasta la cocina. Además, es un gran taponador; tiene mucha envergadura (2,18m) y domina el timing de salto. Como aspectos a mejorar, tal vez sea el apartado físico, trabajar más su tren inferior.
 
En su camino hacia la mejor liga del mundo, que el jugador está emprendiendo a base de zancadas, cabe preguntarse hasta dónde puede llegar este jugador en el futuro, ahorrándonos el estéril y a la vez odioso debate de si puede ser o no “el próximo Jokic“. El tiempo lo dirá, pero lo cierto es que Goga Bitadze progresa a un rítmo vertiginoso. No es que aún pueda mejorar mucho en su objetivo de convertirse en un jugador destacado en la NBA en el futuro, sino es que ya lo está haciendo cada día.