Joe Smith es un hombre de mundo. Con un apellido tan común como el suyo, para ser recordado debía dejar una huella importante. Y vaya que lo hizo.

En 2001 completó el ciclo universitario en la Universidad de Alabama- Hunstville (NCAA2) donde fue el segundo máximo pasador de la historia del centro. Su protagonismo dentro del equipo en aumentó conforme pasaban los años, para despedirse de sus tiempos de estudiante con el premio de ser elegido mejor jugador de la Gulf South Conference. Era pues un hombre preparado para la acción y tenía todo los mimbres para vivir del baloncesto por muchos años.

Sin embargo, buscarse la vida es complicado, también en los parquets. Tras probar en Letonia, sus primeras experiencias como profesional resultaron, en algunos casos, peculiares. USBL, invitaciones para campus cursadas por equipos de la NBDL, una prueba con los Nets…para acabar disputando un torneo de playground patrocinado por una famosa firma de ropa deportiva. En él, en la competición de uno contra uno, acabó cuartofinalista. Poco más tarde, una conocida firma de videojuegos montaba un equipo para jugar partidos de exhibición contra conjuntos universitarios. Nuestro hombre no pudo hacer menos que enrolarse en el proyecto.

Después y tras pasar un verano bajo el sol californiano y al calor de las ligas estivales que allí tenían lugar, decidió ampliar su currículum. Así, pasó unos meses en la CBA para firmar, en noviembre, con los Fresno Heat Wave de la excéntrica ABA. Allí por lo menos pudo dar rienda suelta a sus ansias anotadoras al alcanzar más de veinte puntos por noche.

La oportunidad está en Europa
   
Esa buena actuación en una liga menor como es la ABA le sirvió para dar el salto al Viejo Continente. En Italia pasó tres temporadas, repartidas entre la Legadue y la Lega. El buen número de puntos y asistencias por encuentro en ese trienio tenía que llevarle irremediablemente de vuelta a los Estados Unidos. En Julio de 2006 probó en la Orlando Summer League con los Bobcats de Charlotte. Pero Europa era su sitio y más aún cuando recibió la llamada del Spartak de San Petesburgo un año después. Con el conjunto ruso ha realizado una gran actuación en la FIBA Cup, lo que le valió en primera instancia para formar parte del equipo del Resto del Mundo en el All Star 2008 disputado en Chipre, y más tarde para ser proclamado MVP del partido que enfrentó a su combinado con el de Europa y que terminó con victoria de los primeros por 118-116.

Junto a él formaron dos viejos conocidos como son Scales o Demetrius Alexander. Ambos rayaron a un buen nivel con 23 puntos para el ex – madridista y 13 tantos y 5 rebotes para el pívot norteamericano.
Por su parte, Smith se alzó con el premio de mejor jugador gracias a sus 28 puntos y 4 asistencias en 31 minutos de juego. De su estadística destaca el 7/13 en tiros de tres, con cinco canastas más allá del 6.25 en la primera parte.

Joe Smith se mostraba feliz tras su partidazo. Los eventos donde prima la exhibición definitivamente son lo suyo.