Comenzaba Unicaja como un auténtico vendaval, generando muchos problemas al Baskonia de Pedro Martínez con su defensa y su poderío en el rebote ofensivo. La pareja Nedovic-McCallum marcaba el compás del partido, y el Martín Carpena disfrutaba con los suyos, que abrían brecha desde el inicio. Baskonia encontraba tiros abiertos con los que contestar al arranque malagueño, pero tenían la pólvora mojada; activaba Pedro Martínez a Patricio Garino, que mejoraba las prestaciones alavesas tanto en ataque como en defensa, y conseguían frenar la sangría. Baskonia aceleraba con la entrada de su segunda unidad, mientras que las prestaciones de los de Joan Plaza bajaban enteros (21-19). Los baskonistas conseguían cambiar el ritmo de juego, y era Jayson Granger quien se hacía con los mandos del partido, con su ritmo y su acierto desde más allá del aro, conseguían ponerse por delante en el marcador, y con un parcial de 7-13 daban la vuelta a la tortilla. Las fuerzas se igualaban, y el encuentro subía en intensidad y atractivo. Pero una técnica señalada sobre Vincent Poirier, y otra posterior sobre Pedro Martínez, parecía frenar el ritmo de los alaveses (43-46).

Tras el paso por vestuarios, el acierto exterior de Baskonia les permitía mantenerse por delante, ante un Unicaja que apretaba defensivamente, pero seguía por detrás en el luminoso. La pareja Nedovic-McCallum marcaba el tempo malagueño, pero Kevin Jones aportaba la energía necesaria para mantenerles el pulso. Se sucedía el intercambio de canastas y el encuentro se mantenía en distancias mínimas (64-67). Baskonia había conseguido secar muy bien su pólvora, y los cañoneros alaveses no dejaban de masacrar el aro andaluz. Unicaja no se bajaba de la lona, y sumaba de dos en dos para impedir que Baskonia aumentase sus rentas. Aparecía entonces Waczynski para volver a poner a los suyos por delante en el luminoso, y obligaba a Pedro Martínez a solicitar un tiempo muerto. El nerviosismo aumentaba y el Carpena apretaba, pero Janis Timma seguía con su idilio con el triple para mantener la ventaja visitante. Unicaja trataba de recortar distancias, y gracias a la defensa de Alberto Díaz conseguían igualar a falta de 6 segundos, pero una canasta de Timma sobre la bocina daba la victoria a domicilio a los de Pedro Martínez (83-85).

Nedovic, McCallum y el rebote ofensivo marcan el inicio: Comenzó el partido el Unicaja de Joan Plaza como un auténtico tiro, con el combo Nedovic-McCallum a pleno rendimiento. La pareja exterior malagueña marcó el ritmo del inicio de partido, y gracias al esfuerzo en el rebote ofensivo, las segundas opciones permitieron a Unicaja tomar una renta de hasta 12 puntos.

Jayson Granger coge el timón: Ante la ventaja malagueña, activó Pedro Martínez a Jayson Granger y desde su entrada el encuentro cambió. El base uruguayo se hizo con el tempo del encuentro y con él llegaron los mejores minutos defensivos de los alaveses, pero no solo eso, sino que sus 4 triples permitieron reducir las distancias.

Janis Timma remata el encuentro: Con el encuentro igualado, Janis Timma ejerció de ejecutor perfecto para mantener las rentas, aunque mínimas, para los visitantes. Su acierto en el triple, y su valentía para encarar el aro dieron alas a los baskonistas. Suya, de hecho, fue la canasta ganadora.