Partido clave para Laboral Kutxa Baskonia en su objetivo de colarse definitivamente en el tren de los aspirantes a una plaza para los cruces de cuartos. Un triunfo en la cancha de Nizhny Novgorod les abría de par en par la puerta a soñar con la siguiente fase. Los de Ibon Navarro completaron tres periodos muy serios, pero en el acto definitivo la defensa baskonista hizo aguas, permitiendo 32 puntos a un conjunto local que se vino arriba para acabar venciendo por 89-85.
Laboral Kutxa Baskonia llevó la voz cantante durante buena partido del choque. Con Colton Iverson (8 puntos 11 rebotes) y Mirza Begic (11 puntos y 5 rebotes) dominando la pintura, los puntos de Davis Bertans (21 puntos) y la electricidad de Darius Adams (10 puntos y 4 asistencias), los vitorianos abrían el partido sumando 25 puntos en el primer periodo. Los locales intentaban remar contracorriente y, si bien, no permitían a los vascos romper del todo el encuentro, tampoco lograban consumar la remontada. Así, se llegaba al último periodo con una renta visitante de 8 puntos y la sensación de que el partido estaba bajo control para los de Ibon Navarro (57-65). Pero entonces llegó el naufragio…
En un último periodo para olvidar, Laboral Kutxa Baskonia dilapidó la renta obtenida. Falló en defensa, permitiendo 32 puntos a su rival. Por otra parte, volvieron a verse las costuras en una apuesta tan arriesgada como la de dejar la batuta en manos de dos bases norteamericanos jóvenes y sin experiencia. Tanto Adams como James son dos jugadores de gran talento y mucho recorrido, pero en momentos de alta tensión se echa de menos un director de juego más sobrio y experimentado que sepa templar los ánimos. En esos momentos calientes, Laboral Kutxa Baskonia echó de menos la presencia de su gran capitán, Fernando San Emeterio, muy mermado por una gastroenteritis. Para colmo de males, tampoco las decisiones arbitrales ayudaron en exceso a los intereses baskonistas en ese tramo final.
En contraste con la debacle baskonista, en esos últimos minutos destacaron las figuras de los dos directores de juego del conjunto ruso, dos jugadores con muchas horas de vuelo como Taylor Rochestie (14 puntos y 9 asistencias) y Gal Mekel (20 puntos y 7 asistencias). A ellos se unió un muy acertado Evgeny Baburin (12 puntos), mientras que Trey Thompkins sería un martillo pilón durante todo el encuentro. El norteamericano, que sumó 21 puntos y 10 rebotes, es una de las sorpresas de la presente Euroliga, un auténtico descubrimiento. Imparable, es capaz de anotar por dentro y por fuera, es felino en el rebote y rezuma calidad por los cuatro costados.
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