Maccabi de Tel-Aviv Panathinaikos
Saras es considerado el mejor base de Europa. Ha ganado las dos últimas Final Fours, es uno de los jugadores mejores pagados del Viejo continente y deslumbró en los Juegos Olímpicos. Su excelente capacidad para el juego ofensivo se basa en tres factores fundamentales: el tiro exterior, el juego de pick-and-roll que ha perfeccionado junto a su compañero Nicola Vujcic, y su excelente visión de juego para encontrar siempre al compañero mejor situado cuando los rivales le defienden utilizando un dos contra uno. Sólo pueden reprochársele dos cosas: la primera es que a veces se acelera y convierte los ataques en una locura, perdiendo demasiados balones, pero esa capacidad de cambiar el ritmo le permite también dar la vuelta a un partido en pocos segundos, la segunda es que su defensa no está al nivel de la del resto del equipo, pero Gershon se ocupa de solventar esto como veremos más adelante. Lakovic, por su parte, es el mejor jugador ofensivo del Panathinaikos. Su zurda le permite anotar de tres puntos, penetrar a canasta entre hombres más altos dejando bandejas y ser muy fiable desde la línea de tiros libres, aprovechando las numerosas faltas de las que es objeto en los finales apretados. La forma de detenerle es turnar dos o más defensores a lo largo del partido hacienda presión desde el principio. Cuando Lakovic se ha encontrado con este tipo de defensa, ha llegado muy cansado a los minutos finales. Si al final de la temporada Saras se va de Tel-Aviv, Lakovic es el principal candidato para sustituirle (junto con Shammond Williams).
Yotam Halperin (1.93, 1984) Giorgios Kalaitzis (1.95, 1976)
El israelí es el jugador más joven del Maccabi. Tiene que ganarse los minutos en el puesto de uno compitiendo con Jasikevicius y con Derek Sharp. Sin embargo, es uno de los favoritos de la afición israelí, que ven en él un futuro Oded Kattash o Doron Sheffer. Viene jugando una media de 11 minutos por partido en Euroliga. Kalaitzis es uno de los jugadores especialistas que posee el Panathinaikos. Tiene una misión específica que sabe cumplir a la perfección: secar al base o al escolta rival. La contrapartida es que no se le puede pedir otra cosa. En ataque sus porcentajes son bastante malos, a pesar de lanzar sólo cuando su posición de tiro es muy clara.
Derrick Sharp (1.83, 1971) Dimitrios Diamantidis (1.96, 1980)
Probablemente Sharp es uno de los sextos hombres de mayor calidad del baloncesto europeo, de hecho Gershon lo utiliza antes que a Burstein en los momentos calientes del encuentro. Es un magnífico tirador, puede ahogar al base rival con su defensa y se crece en los momentos importantes, haciendo bueno el dicho la experiencia es un grado, ya que lleva nueve años jugando en el Maccabi, y esta será su quinta Final Four con el equipo amarillo. En este tiempo, cuando se juegan las cosas importantes, Sharp nunca ha decepcionado. Diamantidis es también un gran defensor, premiado con el galardón el mejor defensor de la euroliga. Es un trabajador eficiente especialista en el juego oscuro: robos, rebotes, asistencias
puede incluso jugar en el poste bajo, pero su gran carencia es demasiado evidente: tiene problemas para anotar. Por eso atesora pobres porcentajes desde más allá de los 6,25, agravados cuando tiene que tomar la responsabilidad y tirar más de tres triples por partido.
Tal Burstein (1.98, 1980) Vlado Scepanovic(1.98, 1975)
El escolta titular del Maccabi es el único israelí del quinteto inicial. Quizás es el jugador de menos calidad de los titulares, pero aporta mucho trabajo al equipo. Durante la temporada ha ido de menos a más, sobre todo en el aspecto ofensivo, donde últimamente demuestra un buen tiro desde cualquier distancia y capacidad para penetrar a canasta. Puede ser uno de los tapados del club de Tel-Aviv (relativamente, porque ya el año pasado brilló en la final a cuatro). Scepanovic, tras sufrir una importante lesión, ha vuelto a dar muestras de su calidad con el conjunto heleno. Su sangre fría y buen tiro de tres le convierten en un arma letal para finales ajustados. Además, no está exento de imaginación y generosidad para inventar asistencias muy buenas, surtiendo de balones a la batería interior del Panathinaikos. La pega es que es bastante irregular.
Regev Fanan (1,83, 1981) y Asaf Dotan (1.93, 1974) Nikos Hatzivrettas (1.96, 1977)
Algo muy extraño tiene que pasar para que Fanan y Dotan participen en la Final Four. Regev está en la primera plantilla del Maccabi por una única y sencilla razón: es el hijo del secretario técnico del club: Moni Fanan, mientras que Asaf es un buen escolta, ya veterano, pero cuyo nivel no se acerca ni de lejos al de las estrellas con las que compartirá calentamiento. Hatzivrettas, por su parte, es un escolta, internacional con la selección de Grecia, pero que a lo largo de la temporada ha ido perdiendo la confianza de Obradovic y ha visto reducidos sus minutos en pista. Ha ido de más a menos en la temporada, y su aportación ahora se reduce básicamente a ser una amenaza exterior para evitar defensas muy cerradas sobre los hombres interiores. Atesora un 39% en triples, y lanza las mismas veces desde fuera de la línea de tres que desde dentro.
Probablemente Parker sea el mejor jugador en el uno contra uno que pisa actualmente los pabellones europeos. El entrenador tiene plena confianza en él, y siempre será la primera opción en ataque cuando el balón queme. Es un anotador nato dotado de un gran físico capaz de desbordar a cualquier defensor y que maneja el contraataque como quiere, debido a su velocidad, visión de juego y capacidad para tomar buenas decisiones. ¿Es posible que tenga alguna cualidad más? Pues sí: es un jugador generoso que no se preocupa por sus propias estadísticas, sino que siempre antepone el bien común del equipo a su propio ego. Kutluay llegó en Febrero al Panathinaikos procedente de los Sonics de Seattle, tras probar las mieles (y miserias, 12 minutos en 5 partidos) de la NBA. Con la experiencia ha ganado en sapiencia defensiva, pero la edad la ha dado irregularidad. Ofensivamente es un gran tirador, pero incapaz de anotar con penetraciones o cortando la zona. Definitivamente, estamos ante el ocaso de un gran jugador que podría tener en esta Final Four una de sus últimas oportunidades de brillar ante toda Europa.
Gur Shelef (2.01, 1974) Fragikos Alvertis (2.06, 1974)
Shelef es el capitán del equipo macabeo. Está en la cuesta debajo de su carrera profesional, pero parece haber reservado sus mejores minutos para esta recta final de la temporada. Casi siempre busca las posiciones interiores para lanzar. Además es muy inteligente y el conocimiento del juego adquirido a lo largo de los años le permite dar buenos pases. Alvertis también es un veterano (siete finales a cuatro a sus espaldas), que ha perdido velocidad, pero sigue manteniendo su clase intacta. Su dureza le permite jugar tanto de alero como de ala-pívot, aunque en esta última posición es donde más daño hace, suponiendo una amenaza exterior que obliga a los cuatros rivales a salir a defenderle fuera de la zona. Es un magnífico tirador de tres puntos con mucha experiencia en competiciones internacionales, algo que cobra especial relevancia cuando la presión es máxima.
Nestoras Kommatos (2.03, 1977) Dimitris Papanikolau (2.02, 1977)
Kommatos es, sin lugar a dudas, una de las decepciones del Maccabi este año. En verano fue uno de los pocos jugadores fichados para reforzar la plantilla campeona de Europa, y no ha conseguido adaptarse todo lo bien que debiera. Llegó con ala vitola de ser el mejor alero anotador del país heleno, y a pesar de conservar su buena mano desde cualquier posición y capacidad reboteadora, no ha pasado se ser un jugador suplente (acostumbrado a ser la referencia de sus anteriores equipos). Papanikolau es también un jugador especialista, pero al contrario que su compatriota Kommatos, este lo es en labores defensivas. Es utilizado por Obradovic para endurecer los encuentros, aunque Papanikolau sea castigado con faltas personales. En ataque sus prestaciones disminuyen, aunque no es conveniente dejarle mucha libertad para el lanzamiento.
Maceo Baston (2.08, 1976) Mike Batiste (2.04, 1977)
Dos de los mejores físicos de Europa frente a frente. Baston es un jugador más importante de la que parece en los esquemas del Maccabi. Ofensivamente es el Baston que jugó en el Joventut, un gran matador, que si recibe debajo del aro lo destrozará colgándose de él, pero completamente inocuo desde una distancia superior a cinco metros, y con muchos problemas con los tiros libres. Defensivamente es una pieza clave. Está atento a todas las ayudas, especialmente a las que le tieen que hacer a Jasikevicius, el peor defensor del quinteto titular. Intimida mucho a los rivales con su físico y es un buen reboteador. Gershon es consciente de la importancia de Baston en el equipo, y por eso la mayoría de sus conversaciones con ellos versan sobre Maceo. Si Baston entra en problemas de faltas
la enrevesada defensa del Maccabi pierde enteros. Batiste es otra bestia fíisica. Posee un rango de tiro más amplio que Baston. Es un jugador aplicado, que no suele dar problemas a su entrenador, es capaz de defender, capaz de rebotear, de jugar tanto de espaldas como de cara al aro. Alterna las posiciones de cuatro y de pívot puro. Promedia 11 puntos por partido, y en los mejores partidos del Panathinaikos ha sido la pieza fundamental.
Yaniv Green (2.06, 1980) Kostas Tsartsaris (2.09, 1979)
Green es otro de los jugadores que llegó este año al Maccabi procedente del Hapoel de Tel-Aviv, el otro equipo de la ciudad israelí. Todavía está un poco verde, pero deberá madurar a pasos agigantados para suplir la baja del lesionado Deon Thomas. Se encuentra más cómodo jugando de cara al aro. Tsarsaris, por su parte, es un jugador interior de los que abren las defensas con su tiro exterior. Tiene un físico desarrollado, pero a pesar de ello los jugadores más grandes que él le causan excesivos problemas en defensa. En ataque, además del lanzamiento de tres, tiene recursos suficientes para desenvolverse dentro de la zona.
NiKola Vujcic (2.11, 1978) Patrick Femerling (2.13, 1975)
Un cinco puro con una visión de juego excelente, el sueño de todo entrenador fanático de la táctica. Ese es Nikola Vujcic, el jugador por el que pasan la mayoría de jugadas de Gherson (y ojo, su equipo tiene preparadas más de 50). Vujcic es el único jugador del Maccabi capaz de jugar de espaldas al aro, tiene un buen movimiento de pies, pero su mejor arma es la visión de juego de la que hace gala (junto a Tomasevic, el mejor pasador de entre los pívots europeos). Muchos de los sistemas del Maccabi se inician con un pick-and-roll entre Saras y Nikola. Además de todo esto, puede anotar desde posiciones alejadas, incluso triples. Uno de los pívots más versátiles del viejo continente. Femerling tiene la altura y el peso ideales para ser un cinco dominante en Europa, pero le falta ser tan buen jugador como lo es Nicola. Se le puede pedir intimidación, se le puede pedir rebote, se le puede, incluso, exigir que tire bien los tiros libres, pero hay cosas que no se pueden entrenador, y la facilidad para anotar es una de ellas, y Femerling no está dotado con ese don. Sin embargo es una pieza muy valiosa para Obradovic, y siempre que el equipo contrario sea medianamente potente en la zona, Femerling contará con muchos minutos.
Deon Thomas (2.04, 1071, lesionado) Lonny Baxter (2.03, 1979)
Llegamos al que puede ser uno de los factores de ventaja para los griegos, la lesión del primer jugador interior de rotación del Maccabi: Deon Thomas. Deon se fracturó la pierna tres semanas y media antes de la gran cita y se perderá el acontecimiento. El jugador americano era el único que podía jugar con solvencia en la posición de 5 con Vujcic en el banco, y siempre aportaba 15 minutos de intensidad defensiva y reboteadora que ahora quedarán en manos de Kommatos o Green. Por su parte Lonny Baxter es un jugador que llegó de la NBA, donde sus centímetros no eran suficientes para un pívot. En Europa es propenso a hacer muchas faltas, y todavía no se ha ajustado a la normative FIBA en ese aspecto. Ofesivamente está dotado de un gran talento para anotar en posiciones cercanas al aro, posteando o jugando de cara. Es un buen reboteador, pero sus minutos en cancha se ven limitados por las faltas y por su incapacidad para adaptarse al puesto de 4.
Pini Gershon (1951) Zeljko Obradovic (1960)
El entrenador israelí, al margen de polémicas que van más allá del parquet, es un magnífico estratega, innovador en sus planteamientos y que ha sabido dotar al Maccabi de un carácter diferenciado. En ataque basa el juego estático en Saras y Vujcic, o en intentar dejar a Parker posiciones claras para que decida su capacidad individual, mientras que en defensa ha desarrollado un sistema muy desconcertante para el equipo rival. Consiste en cambiar la disposición de los jugadores varias veces en cada posesión, pasando en el mismo ataque por diferentes tipos de defensas zonales, así como individual. Es lo que se conoce como Match Up Zone. Pero a pesar de ello, el equipo es eminentemente ofensivo, permitiendo a los oponentes hasta 85 puntos de media por encuentro. Obradovic, sin embargo, no tiene un estilo de juego tan definido. Su filosofía ha evolucionado desde el basket-control hasta convertir a su PAO en el cuarto mayor anotador de la Euroliga. Ahora se centrar en explotar al máximo las debilidades del rival. Difícil lo tendrá ante el Maccabi, pero cinco copas de Europa suponen un aval suficiente para otorgarle opciones.
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