La derrota in extremis de ayer ante Turquía dejó muy tocada a una Serbia que ya se veía en la gran final de este Mundobasket 2010. Menos de 24 horas después, se ha jugado la medalla de bronce ante Lituania y el aspecto psicológico ha tenido una gran influencia en el desenlace de esta final de consolación. Para los bálticos, el haber llegado hasta aquí era un éxito rotundo, teniendo en cuenta que llegaban a Turquía con una amplia lista de bajas. Para los balcánicos, y tras acariciar con los dedos la final, la medalla de bronce no parecía suficiente consuelo y eso se evidenció en la cancha.
Aunque Serbia comenzó caliente y obtuvo la delantera en el marcador en los primeros minutos del encuentro (18-11, min. 6), la ilusión de Lituania se iría imponiendo poco a poco a la deprimida selección balcánica. Tras neutralizar la ventaja de los de Ivkovic al final del 1º periodo (22-23), Lituania pondría el turbo en los segundos 10 minutos. En ese tiempo, Kleiza protagonizaría uno de sus habituales arrebatos anotadores. Con 12 puntos sumados por el nuevo jugador de los Raptors en este 2º periodo, los bálticos se irían al vestuario con una ventaja de 10 puntos (38-48).
Tras el descanso, las tendencias se fueron agudizando. Lituania, con mucha hambre y ambición, pasaba por encima de una frustrada Serbia. Linas Kleiza (33 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias que acabó el encuentro con ) devoraba la cancha, contando con excelentes escuderos como Simas Jasaitis (14 puntos y 10 rebotes), Martynas Pocius (12 puntos, uno de los hallazgos de este Mundobasket), Mantas Kalnietis (14 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) y Paulius Jankunas (15 puntos y 4 rebotes). Frente a ellos, Ivkovic daba minutos a los no habituales ante el pobre rendimiento de jugadores como Teodosic. Solamente Novica Velickovic (18 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias) mantenía el tipo con cierta dignidad.
Se llegó a los 10 últimos minutos con 54-72 para Lituania. En último periodo, el esfuerzo de los jugadores de banquillo de Serbia hizo que el resultado final quedara en un más honroso 88-99.
En definitiva, gran éxito de los hombres de Kemzura y triste final de campeonato para una Serbia que mereció más. Además de celebrar los éxitos cosechados en el presente, Lituania puede mirar al futuro con gran optimismo. Por detrás vienen pegando fuerte joyas de la inagotable cantera báltica como Valanciunas, Motiejunas o Pukis.
Resumen del encuentro: