Si al ver un partido de baloncesto del Bayern Múnich crees que el futbolista Zlatan Ibrahimovic cambió el fútbol por el balón naranja para vestir la camiseta de los bávaros, estás muy equivocado. Se trata de Nihad Djedovic, jugador bosnio que tiene que lidiar con su asombroso parecido con el delantero sueco, cuyo padre era de Bosnia. “Me confunden con él en las redes casi todos los días”.
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En una entrevista para la Euroliga, el alero habló de los malentendidos que sufre: "Tiene genes balcánicos, por eso el parecido, pero desde que me dejé crecer el pelo, me confunden con él en las redes casi todos los días". Además, contó que tampoco pudo pasear tranquilo en sus vacaciones en Francia: "Este verano estuve en París tres días. Y no puedo decir que cada persona, pero cada dos personas me paraban para hacerse una foto conmigo. Fue increíble”.
La cuenta de la Euroliga parodió la autobiografía de Ibra, 'Yo soy Zlatan', con un montaje en el que se ve a Djedovic en la tapa del libro con el título: 'Yo no soy Zlatan', justamente lo que el bosnio ya no quiere tener que aclarar.
El ex azulgrana se ha asentado como uno de los pilares del Bayern München donde ha alcanzado la madurez en su juego. Todavía le quedan años de baloncesto por delante como para hacer un balance global de lo que ha sido su carrera, pero con él hay una cierta sensación de que haya podido llegar más lejos de donde está.
Talento nunca le ha faltado, tiene unos fundamentos muy trabajados, comprende el juego, es una amenaza como tirador y tiene una competitividad enorme.
Estrella precoz en su Bosnia natal, se proclamó campeón con el Bosnar con solo dieciseis años y también desde muy joven se acostumbró a liderar a su selección. En el club blaugrana declaraban por aquel entonces que confiaban en la apuesta por Nihad; “una bomba balcánica que puede formar pareja en el futuro con Juan Carlos Navarro… si la NBA no lo impide”.
Para Djedovic en sus inicios se vislumbraba incluso el horizonte americano. La NBA le miraba entonces con curiosidad. Con anterioridad, en el 2008, ya había demostrado hasta donde podía llegar su potencial, tras su participación en el prestigioso Adidas Nations Experience, donde llamó la atención de expertos que destacaban de él: “Capacidad para crear su propio tiro”, “mayor madurez que sus rivales”, “excelente tirador”.
La previsión del portal americano Draftexpress.com le situaba en el número 49 del Draft de 2011. Ese mismo 2011 fue nominado como el quinto mejor jugador joven de la Euroliga, empatado con Bogdanovic, en un quinteto que completaban otros cuatro jugadores que acabaron jugando en la NBA: Mirotic, Claver, Vesely y Valanciunas.
Estuvo vinculado al Barcelona hasta el 2012, pero nunca encontró su hueco en la plantilla blaugrana. Debutó con 17 años en ACB, disputando un minuto frente a Estudiantes, y se pensó que podía ser el primero de muchos partidos. Nada mas lejos de la realidad, solo disputó con el primer equipo dos partidos más, uno esa misma temporada y otro al año siguiente.
Las continuas cesiones y la mala fortuna que tuvo también con las lesiones nos impidieron ver hasta donde habría llegado su carrera en el Barcelona.
Nihad nos comentaba que: “Nunca me he arrepentido de haber firmado un contrato de larga duración con el Barcelona. Estaba convencido de que Barcelona era la elección correcta. Yo era el mejor jugador joven de Bosnia y nadie allí había recibido una oferta de un club tan grande a mi edad. Si el Barcelona te llama, tienes que responder. Eso pasa una vez en la vida”.
Y es que la experiencia no debió ser tan mala para él cuando años después recomendó a su hermano, Nedim, fichar por el club azulgrana para su filial de LEB Oro.
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El Barcelona lo cedió a su equipo afiliado Cornellá, en LEB Plata, donde promedió 19 puntos por partido. La categoría se le quedaba pequeña y necesitaba una cesión de mayor exigencia.
El Xacobeo Blu:sens, equipo recien ascendido a la ACB, parecía el destino perfecto: un club creado desde cero después de que la justicia les devolviera el ascenso que se ganaron compitiendo dos décadas antes, un club adecuado en el que crecer y ganarse un hueco en la rotación exterior.
Sus números no fueron destacables esa temporada: 6,3 puntos y 1,6 rebotes en 17,4 minutos, y no fue un buen año para Santiago.
Sus siguientes cesiones fueron destino a Roma y posteriormente a la liga turca, en las filas del Galatasaray.
En 2012 expiraba su contrato con la entidad blaugrana y desde el club se lamentaban no haber conseguido dar forma a la gran estrella que se preveía.
Desvinculado con el Barcelona, buscó un nuevo impulso a su carrera en Alemania, donde parece que ha encontrado su lugar, primero jugó en el ALBA Berlín para después fichar por el Bayern München, el equipo de la ciudad que lo vio crecer.
“Los siete primeros años de mi vida los pasé aquí en Múnich, mis padres trabajaban aquí, por lo que ya conocía todo lo que supone un club como el Bayern. Es un club que basa su filosofía en la tradición y que supone algo más que un club para la gente de Baviera y de toda Alemania… Cuando la sección de baloncesto comenzó a crecer, y el objetivo de los directivos era convertir al Bayern en un equipo fuerte en Europa a medio plazo, yo quise realmente ser parte de este proyecto, y la verdad es que me encuentro como en casa jugando en Múnich, aquí he alcanzado mi madurez y mi mejor nivel como jugador y me gustaría permanecer en el club tantos años como sea posible”.
Djedovic es uno de los pilares de su equipo, básico en el buen papel que está haciendo su equipo en la máxima competición continental. Hasta la fecha, esta campaña promedía en Euroliga en 24 minutos de juego: 10,8 puntos, 2,4 rebotes, 2,9 asistencias y 1,1 robos de balón, siendo su tope en anotación los 19 puntos que consiguió frente a Panathinaikos.
Sus promedios en la BBL en 22 minutos de juego son: 11,4 puntos, 2,5 rebotes, 2,4 asistencias y 0,9 robos de balón, números casi parejos que demuestran la regularidad del bosnio que hace un poco de todo en la pista cada partido, contagiando con su carácter a su equipo.
Repasando la trayectoria del equipo hasta el momento en Euroliga, nos comentaba que:
“Nuestro debut contra Efes no fue como lo habíamos imaginado. Después del partido nos sentíamos realmente decepcionados porque habíamos jugado mal. Todo lo que significaba la Euroliga nos había sorprendido y decidimos cambiar eso para los siguientes partidos, porque sabíamos que eramos capaces de jugar un mejor baloncesto”.
“Después de las victorias contra equipos importantes como Baskonia, Panathinaikos, Darussafaka, Khimki… nuestra confianza creció y creo que nos ganamos el respeto de los equipos que vienen a jugar contra nosotros”.
“Hemos hecho algunos grandes partidos en la competición, partidos muy completos tanto en ataque como en defensa que han sido noches para recordar. El partido contra Darussafaka ha sido una de las mayores producciones ofensivas de la temporada, y creo que es posible volver a repetir alguna de estas actuaciones, pero si como en aquellos casos jugamos todos al 100%.
Seguramente seguiremos viendo a Nihad con la camiseta del Bayern enfrentándose a equipos españoles, o en un hipotético regreso a España: “de momento estoy muy feliz aquí, pero nuca se sabe”, pero siempre nos quedaremos con la duda de que podía haber pasado con él si…