Desde su más tierna infancia el destino de un Oded Katash, que vivía en el suburbio de Givataim (en Tel-Aviv) se comenzó a perfilar como el del jugador más importante de la historia del Baloncesto en el Israel. Casi al mismo tiempo que daba sus primeros pasos fue inscrito por su padre al equipo de Baloncesto entrenado por Nir Rechlis (un ex-jugador de la Liga Israelí), y desde entonces, la carrera del joven Katash se sumió en una vertiginosa espiral ascendente.
El paso más importante de su vida fue el de fichar por la sección juvenil del Maccabi de Tel-Aviv, el equipo más poderoso del estado hebreo, y en el que se convertiría en una superestrella codiciada a ambos lados del Atlántico. La categoría se le quedó pequeña pronto, y se fue forjando en escuadras como el Maccabi Darom, el Maccabi Ramat-Gan (donde se reencontró con Rechlis), y por último el Hapoel Galil Eyon, donde dio el salto de calidad que le permitió promediar 18 puntos de media por partido en la liga de su país. Tras esta temporada, el Maccabi lo reclamó para su primer equipo.
En el conjunto amarillo las cosas no fueron tan fáciles desde el principio, el joven Katash estuvo calentando banquillo durante su primer año en el primer equipo y sólo la lesión de Guy Goodes, el base titular, le dio minutos en la segunda temporada. Pero en su tercer año se convirtió en titular indiscutible y Oded desplegó todo el juego que llevaba dentro. Unos promedios de 21 puntos y casi 5 asistencias por partido lo catapultaron a la Selección Israelí y a la fama en todo el mundo, formando un dúo letal en el perímetro junto a Doron Sheffer.
La NBA
A pesar de que la NBA puso sus ojos en él desde que tenía 20 años, aunque no fue drafteado (al contrario que Sheffer, que sí lo fue en 1996). Sin embargo, hasta seis equipos de la NBA se interesaron por Oded: Raptors, Spurs, Clippers, Celtics y Heat, pero ninguno llegó a contratar nada con él. Finalmente, los Knicks le invitaron a entrenar con el equipo durante el verano y Katash aprovechó la oportunidad, convenciendo al cuerpo técnico.
El partido más importante
En el verano siguiente, las exigencias económicas de Oded fueron demasiado elevadas para el Maccabi, en el que el entrenador Pini Gershon se negaba a tener en sus filas a un jugador que cobrara más de un millón de dólares. Los amarillos ficharon a Arriel McDonald, y Katash firmó con el Panathinaikos, el equipo que le ofrecía el mejor salario y las mayores opciones para conseguir su mayor deseo: el título de la Euroliga.
El desarrollo de la temporada fue satisfactorio para ambos equipos, y el destino quiso que se encontraran en la final del máximo título continental, que se disputó en Salónica. Durante los días previos, el base hebreo sufrió interiormente un grave conflicto de intereses. El equipo de su corazón era el Maccabi, pero debía jugar para darle la liga al Panathinaikos Aquellos días fueron muy complicados para mi. Los aficionados del PAO tenían miedo de que le regalase el partido al Maccabi.
Sin embargo, la mentalización de Zeljko Obradovic permitió que Katash consiguiera centrarse en el partido (El día antes del partido no estaba seguro de que pudiera jugar, pero a media mañana conseguí concentrarme y me fui al pabellón completamente metido en el partido). Oded jugó como suplente, pero fue el hombre clave de la final con 17 puntos. Por fin consiguió el título, pero de la manera más dolorosa posible, derrotando al club de sus amores: Es el día más feliz de mi carrera, y también el más triste, dijo al finalizar el partido.
El desastre
En agosto de 2000 cayó lesionado durante un entrenamiento. En principio se pensaba que tan solo era una pequeña lesión en la rodilla y que algunas semanas de reposo solucionarían el problema: Nunca pensé que aquello sería el fin de mi carrera. El jugador se fue a su país para recuperarse y al volver a Grecia el médico de los helenos le sugirió empezar a jugar antes de lo recomendado porque la lesión parecía haber remitido.
Nada más lejos de la realidad. Los problemas de rodilla se hicieron crónicos y Oded Katash no volvería a jugar nunca más en su vida. Aún así, lo intentó por todos los medios. Cuatro años de calvario a lo largo de los cuales se sometió a cinco infructuosas operaciones y numerosas visitas a los médicos más prestigiosos a nivel internacional que no supieron darle una solución real.
Los banquillos
Tras su retirada definitiva, Oded no quiso retirarse completamente del mundo del Baloncesto, y decidió iniciar una aventura como entrenador en el equipo donde comenzó a destacar en Europa: el Hapoel Galil Elyon.
Elyon es una ciudad situada al norte de Tel-Aviv, a cuatro horas de distancia en coche, y Katash iba y venía cada día para los entrenamientos y partidos. El Galil Elyon contaba con una plantilla joven y prometedora, incluyendo los dos diamantes (exceptuando a Halperin) más brillantes de la cantera hebrea: Lior Eliyahu y Yogev Ohayon, a los que podría aportar mucha experiencia para convertirlos en sus aprendices.
Sin embargo, su comportamiento pronto suscitó críticas. De acuerdo con las informaciones de algunos periodistas israelíes, Katash salía de fiesta con los jugadores hasta altas horas de la madrugada, llegaba entrenamientos tarde, se dormía y atendía a llamadas personales a su teléfono móvil mientras que sus jugadores se ejercitaban, se peleó con los dos americanos del equipo (Michael Johnson y el ex-baskonista Brandon Kurtz), y desde el propio seno del vestuario surgieron voces discordantes con su estilo de juego.
Aún así el Galil quedó segundo en la liga regular y durante el verano Katash renovó su contrato para seguir siendo el entrenador durante la presente temporada (a pesar de los rumores que lo unían al Hapoel de Jerusalén). Pero a primeros de año, el mítico base decidió renunciar a su cargo y llegó a un acuerdo con el equipo para ocupar un cargo en el cuerpo técnico. Los motivos que le indujeron a dejar el banquillo son todos referentes a sus problemas personales, por ejemplo, una de las principales causas de su abandono es que va a tener un hijo con una mujer que quiere seguir siendo soltera e independiente.
Actualmente, Katash se dedica a sus negocios particulares, aprovechando la fama que le dieron sus años brillantes de excelso baloncesto y la tragedia de su lesión con la consiguiente retirada. Tiene multitud de negocios, entre los que destacan los referentes a eventos deportivos. Tiene un programa en la radio, presenta un magazín deportivo en el Canal 5 de la televisión, organiza campus y clinics para niños, ofrece conferencias sobre como triunfar en el mundo de los negocios y ha comprado el 10% de las acciones del Galil Elyon.
El seguro que firmó cuando fichó con el Panathinakos le resolvió la vida, ya que tras su lesión cobró casi todo el salario que debía percibir por cada una de las dos temporadas que le quedaban por cubrir en Atenas. Su visión empresarial le permitió invertir de manera adecuada este capital y convertirse en un empresario de prestigio. Sin embargo el Baloncesto sigue susurrando a sus oídos, y los últimos rumores apuntan a que el banquillo del Hapoel Galil Elyon (sumido en una mala racha) puede volver a ser suyo en breve.
¿Sabías que…?
– Katash comenzó a jugar al baloncesto a los 5 años, cuando su padre convenció a Nir Rechlis para que lo aceptara en la Escuela de Baloncesto a pesar de que era un año menor que los más jóvenes del grupo.
– El mítico número 10 que Oded lució durante toda su carrera fue elegido al firmar con el Maccabi y se debe a su fecha de nacimiento (10/10).
– Si una lesión de rodilla le retiró, fue otra (la de Guy Goodes) la que le llevó a la titularidad en el Maccabi.
– Fue el máximo anotador del Eurobasket de 1997, y elegido en el mejor quinteto del campeonato.
– Ed Tapscot, que era manager de los Knicks, lo descubrió por casualidad cuando aún jugaba en el Hapoel Galil Elyon. Después de ver un partido suyo dijo: “Me encantaría que ese niño vistiera alguna vez la camiseta de los Knicks”.
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