El partido comenzaba con un intercambio de golpes y sin mucha actividad defensiva por parte de ambos equipos y con canastas de diversos jugadores, hasta que los vitorianos marcaron una primera pequeña ventaja (14 a 9 a falta de 5 minutos para finalizar el periodo). A pesar del carácter de algunos jugadores como Shengelia, con un tapón espectacular, los despistes defensivos y la poca intensidad en defensa seguía siendo la nota predominante del encuentro. El Anadolu Efes se aprovechaba de los errores de los locales, en especial, en el rebote defensivo, y Pedro Martínez movía el banquillo en busca de esa intensidad que pareció encontrar con Huertas y Voigtmann. Por partes de los visitantes, el más destacado en estos primeros diez minutos fue Motum con 7 puntos.

El segundo cuarto comenzaba con un 18 a 13 en el marcador y Mccollum con 7 puntos seguidos igualaba el partido a a 22, pero Poirier volvía a poner a los suyos por delante con un gran mate. El encuentro continuaba siendo un intercambio de golpes y ambos equipos se movían en diferencias de un uno o dos puntos. En este segundo periodo sólo Garino mostraba intensidad tanto en defensa como en ataque y dejando jugadas espectaculares con un robo y posterior bandeja en contraataque. Al final el partido llegó con un 32 a 33 en el marcador y con la sensación de que los vascos eran los que tenían que despertar.

El descanso no sentaba bien a los vitorianos que recibían un parcial de 2 a 10 nada más empezar, y lo peor de todo era que el equipo seguía con las mismas sensaciones en cuanto a falta de intensidad. Cuando peor le estaba viniendo el encuentro al Baskonia, unas decisiones polémicas despertaron al Buesa Arena, muy inactivo hasta el momento. Pedro Martínez recibía una técnica, en parte, por intentar despertar a los suyos o por la propia impotencia ante la falta de intensidad. El entrenador catalán se veía obligado a parar el cuarto con un 37 a 46 para evitar que los visitantes se fueran aún más en el marcador. Entonces, y una vez más, el carácter argentino de Garino aparecía con un dos más uno para recortar distancias y luego con un buen robo en defensa para intentar contagiar a sus compañeros. Cuando el Baskonia conseguía acercarse en el marcador, el Efes Pilsen volvía a reaccionar, y esta vez lo hacía de la mano de Dunston y un mate estratosférico. 

Los últimos diez minutos comenzaban con el Baskonia 9 abajo y con la esperanza de que despertaran los vascos a última hora para encarrilar un partido flojo. Y así fue, el periodo empezó con un Buesa Arena diferente y con dos mates de Shengelia y Poirier que obligaron a Ergin Ataman a solicitar tiempo muerto con tan sólo 30 segundos disputados. El encuentro volvió a entrar en un intercambio de golpes, pero esta vez benefició a los locales y el capitán vitoriano con un triple colocaba a los suyos a dos puntos y a falta de 5 minutos para llegar al final. El final estaba muy apretado, y con un robo del propio Shengelia y canasta de Huertas, el Baskonia se volvía a poner por delante en el marcador, algo que no conseguía desde el minuto 31. En las últimas jugadas, el Baskonia no estuvo fino en el tiro exterior y una derrota que duele y condena al equipo vitoriano a jugar contra el Fenerbahçe en el Top 8.

La falta de intensidad por parte de ambos equipos, en especial, en los dos primeros cuartos fue clave para el ritmo del encuentro. Prueba de ello fueron las cuatro faltas que llevaba el Efes en los primeros 17 minutos y que resumían a la perfección el partido hasta el descanso.

El tercer cuarto fue clave para poner el partido muy en favor del Efes Pilsen. Los visitantes empezaron con un parcial de 2 a 9 y terminaron el mismo periodo con un parcial semejante para poner contra las cuerdas al Baskonia.

Mccollum y Motum estuvieron intratables por parte del Anadolu Efes con 21 y 16 puntos respectivamente, mientras que en el Baskonia sólo Garino con su intensidad y Shengelia con 17 puntos estuvieron presentes durante casi todo el encuentro. Algunos jugadores vascos como Poirier despertaron en el último periodo con 17 puntos.