El Winterthur Barcelona supo crear un ambiente digno de las grandes ocasiones en el Palau Blaugrana. Con el recinto a reventar y muchas caras conocidas en las gradas (jugadores del equipo de fútbol y de otras secciones, tenistas, etc), el Palau vivió su punto álgido con un mosaico en el que casi 8000 personas tiñeron por completo la grada de de azul, grana y amarillo: “La atmósfera fue increíble en el primer partido, y especialmente en este segundo. Jugamos diferente cuando el Palau está sí“, dijo Dusko.
El Real Madrid, por su parte, no se encontraba a disgusto en esta situación demostrando que es un equipo atípico, y su inicio fue fulgurante, poniendose por delante en el marcador desde los pimeros minutos de la mano de un Louis Bullock infalible desde la línea de tres. Después fue Sonko (que cada vez puede jugar menos minutos a un gran nivel, pero cuando en los que juega, mantiene la intensidad) el que siguió con la racha desde más allá del arco, y el Madrid llegó con una ligera ventaja al descanso.
Tras un inicio de segunda parte muy malo por parte de ambos equipos en ataque, Navarro y Kakiouzis conseguían darle la vuelta al marcador. Entonces Dusko Ivanovic decidió que su equipo necesitaba un cambio en el timón de juego, y que Shammond Williams y Ed Cota no eran hombres que pudieran darle estas prestaciones, por lo que el balcánico depositó su confianza en Roger Grimau: “Creo que los minutos en los que Grimau estuvo en cancha fueron la clave de nuestra victoria“.
Dusko Ivanovic se mostró satisfecho por la victoria, pero el camino del Barça no ha acabado aquí: “Llegar a la Final Four está bien, pero una vez que estás aquí, quieres ganarla“. El técnico balcánico ya llegó a la fase decisiva del a Euroliga el año pasado con el TAU Baskonia y sabe de lo que habla.
El Real Madrid se fue satisfecho del Palau a pesar de la derrota: “Estoy contento con el equipo, lo dimos todo en la cancha y jugamos al límite contra uno de los mejores equipos de Europa“, dijo Maljkovic. Edu Hernández Sonseca, que jugó minutos importantes, dijo: “Hemos llegado lejos en la Euroliga, muchos de nuestros fans pensaban que nos eliminarían mucho antes y les hemos demostrado que podemos hacer algunas cosas“, mientras que Ivanovic también tuvo buenas palabras para los blancos: “Quizás el Real Madrid podría haber estado en la Final Four si le hubiera tocado jugar contra otro rival“.
Durante toda la temporada elMaccabi de Tel-Aviv ha evidenciado que no son el equipo del año pasado, y sin Jasikevicius han tenido que dejar el juego bonito que les caracterizaba para convertirse en un conjunto aguerrido en el que la victoria es lo más importante y no importan los medios para llegar a ella.
Ayer, en “La mano de Elías”, la batalla que se vivió ya fue anuncia por Pini Gershon: “No vais a ver un buen partido, el partido estará empatado hasta el último cuarto y ahí ganará el equipo con más experiencia, y esos somos nosotros“. Dicho y hecho. A tres minutos del final el luminoso marcada un 71-71 que llenaba de incertidumbre el futuro de los actuales campeones.
Uno de los hechos clave para llegar a este final igualado fue la ausencia de Maceo Baston, que en el primer minuto del segundo cuarto cometió su tercera falta personal. el americano sólo pudo jugar 11 minutos y dejó a su equipo huérfano de poder defensivo interior durante casi todo el choque. Jamie Arnold contó con 27 minutos y los aprovechó anotando 8 puntos y capturando 9 rebotes.
En el final del partido, como vaticinó Gershon, la veteranía fue la clave: “Su experiencia fue la clave al final“, reconocía el técnico de los de rojo, Jonas Kazauskas. Los jugadores del Maccabi supieron llevar a la línea de tiros libres a Sofocles Schortsanitis y éste falló uno de los lanzamientos decisivos, mientras que los amarillos no erraron. Al final, Papamakarios tuvo un lanzamiento para igualar el choque, pero el tiro dio en el aro y se fue fuera: Si estuviera en el mismo lugar y en el mismo tiempo específico, habría hecho l mismo, habría tirado“.