No pudo ser, Laboral Kutxa Baskonia no pudo tomar al asalto el Estadio de la Paz y la Amistad. Se luchó hasta final, y hubo minutos donde se creyó en la remontada, pero siete nefastos minutos en el segundo cuarto impidieron la victoria. Enfrente, una Olympiacos en el que debutaba otro exNba como Hakim Warrick. Con un Printezis espectacular en el primer cuarto, un Hackett dominador en el segundo y un Spanoulis haciendo de Spanoulis el resto del partido, el Olympiacos se salvó de quedar prácticamente eliminado del Top8. Tras la derrota en el Palau la semana pasada, este partido era de vida o muerte para los griegos y eso se notó.

Empezó el partido con un Baskonia acertado. Siete puntos de Hanga y una canasta de Causeur permitieron a los de Perasovic una ventaja que nunca volverían tener, 3-9. Ahí empezó el “show” Printezis. Ocho puntos seguidos, que serían 13 al finalizar el primer cuarto, daban la vuelta al marcador y colocaban delante al Olympiacos por primera vez: 11-9. A partir de ahí, dominio local. Bourousis cortó en seco el parcial de los griegos, que llegó a ser de 12-0, pero el daño estaba hecho. Una canasta final de Jaka Blazic permitía a los azulgranas seguir en el partido al terminar el cuarto con un 19-16.

El segundo cuarto comenzaba siguiendo los mismos derroteros. Hackett y Bourousis intercambiaban canastas y un triple de Blazic contrarrestaba el anterior Johnson-Odom. Minuto 13 del partido y el marcador 25-25. Un tiempo muerto de Giannis Sfairopoulos supuso el punto de inflexión. Hackett cogía la manija del encuentro y el Olympiacos empezó a jugar a placer. Aplicando una defensa espartana, acompañada de cierta condescendencia arbitral, los griegos abrieron un parcial de 16-0 que resultaría determinante. Canastas de Spanoulis, Milutinov, Papapetrou, Strawberry el propio Hackett serían la tumba del Laboral Kutxa. De un 25-25 a un 41-25 en 4 minutos. En siete minutos solo una canasta en juego de Bourousis y tres tiros libres. El marcador al descanso decantaba el duelo hacia los locales con un 44-30, que era hasta bueno para los intereses vitorianos después de lo vivido.

La vuelta de vestuarios no cambio nada. El Baskonia no lograba atacar con fluidez y sudaba para conseguir cada canasta. En cambio, Olympiacos campaba a sus anchas. Ataques trabajados y defensa dura. Si bien el Baskonia aguantó seis minutos gracias a triples de Bertans, James y Blazic, la respuesta ateniense elevaba la diferencia a los veinte puntos: 61-41. Solo dos nuevos triples de Adams en el último minuto volvía a maquillar la diferencia vista en la pista: 63-47.

El último cuarto solo sirvió para salvar el honor baskonista. Con el partido perdido, el equipo de Peras no quiso perder la cara al encuentro en ningún momento, y tras endurecer la defensa y mejorar algo la puntería en el minuto 37 llegarían a ponerse a ocho gracias a un triple de Davis Bertans: 71-63. Pero fue un espejismo. Fue un día aciago, sobre todo en el aspecto de generar juego y dominar el partido, de los bases del Laboral Kutxa, y eso arrastró a todo el equipo. El parcial del segundo cuarto fue decisivo. Al final del partido, 82-68 y tercera derrota para los azulgranas. El siguiente reto, el próximo jueves frente al Khimki en el Buesa Arena. Ese partido si que será clave para las aspiraciones del Baskonia.

En un partido donde el mejor del Baskonia fue, un hasta última hora dudoso, Ioannis Bourousis con 19 puntos y 7 rebotes para 23 de valoración, solo Adam Hanga (7 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias) llegó a los dobles dígitos en valoración entre el resto de los compañeros. Demasiado poco para un Olympiacos donde hasta seis jugadores valoraron más de 10. Aunque destacan los números de Printezis (17 puntos y 5 rebotes para 19 de valoración) y los de Spanoulis (14 puntos y 8 asistencias para 17 de valoración), hay que descatar los 5 puntos, 2 rebotes, 4 asistencias y 3 recuperaciones para 13 de valoración para Hackett como la clave de encuentro.