Tras un primer año difícil en ACB, Bilbao Basket realizaba una apuesta arriesgada en el verano del 2005. Desde los balcanes incorporaba tres jóvenes jugadores con mucho recorrido, pero todo por demostrar. Se trataba de Milan Majstorovic, Marko Banic (cedido vía Akasvayu Girona) y el protagonista de este artículo, Ivan Koljevic, que firmaba por tres temporadas con el club vasco.
Este base de 1.85 nacido en Cetinje (Montenegro) en 1984 era considerado, por aquel entonces, uno de los mejores jugadores jóvenes de su país. Con su selección había destacado en el Europeo sub´20 disputado en Brno (República Checa), donde fue elegido miembro del quinteto ideal del campeonato, junto con jugadores de la talla y del status actual de Erazem Lorbek, Yotam Halperin, Kostas Vasileaidis y Linas Kleiza. A pesar de su juventud, venía de promediar 14.1 puntos y 2.6 asistencias por partido con el Buducnost, equipo al que Bilbao Basket tuvo que pagar por su traspaso.
Desde su llegada a Bilbao, el jugador montenegrino no dejó de manifestar su ambición sin límite. Afirmaba que su objetivo era aprovechar la oportunidad que se le ofrecía de disputar la ACB como trampolín para dar el salto a la NBA, nada menos. Y es que talento no le faltaba a Ivan Koljevic: contaba con un manejo de balón y una velocidad de movimientos espectacular. Su lanzamiento exterior era muy certero. Quedaban por pulir aspectos como el conocimiento del propio juego, pero se podían ir puliendo con el paso del tiempo.
Ivan Koljevic logró dejar con la boca abierta a los aficionados de Bilbao Basket en sus primeras actuaciones con el equipo vasco. En la presentación del equipo en La Casilla en un amistoso ante Akasvayu Girona ofrecía nada menos que un millón de euros a Bilbao Basket para lograr su traspaso express. No sabemos hasta que punto sería real esta propuesta… pero visto lo que se vio después, el club vasco tal vez debería de haber aceptada esa supuesta oferta.
Pronto demostraría Koljevic que no estaba preparado para ser uno de los pilares del Bilbao Basket. Sus triples y ramalazos de genialidad eran aplaudidos con fervor por buena parte de los aficionados que llenaban La Casilla, pero eran fuegos artificiales que no tapaban las muchas carencias del montenegrino: su entendimiento del juego era limitado, no era capaz de dirigir al equipo y su defensa era un coladero. Tuvo algunas actuaciones en las que sobresalió gracias a su acierto en el tiro, como los 19 puntos (5/6 en triples) endosados al Caja San Fernando en la Jornada 3 o los 18 (5/8 en triples) sumados ante el Menorca en la Jornada 6. Era Javi Salgado el que, al final, tenía que sacar las castañas del fuego en el equipo bilbaíno desde el puesto de base ante la inseguridad que generaba el montenegrino. Nada era achacable a las ganas que ponía Koljevic, un autentico obseso del basket. En la cabeza del montenegrino solamente estaba este deporte. Dicen los rumores que daba problemas a sus vecinos por botar insistentemente la pelota dentro de su domicilio. Y tampoco era raro verle jugar en las canchas callejeras de Bilbao, donde era capaz de disputar pachangas con desconocidos (hasta que el club se lo prohibió para evitar inoportunas lesiones). Sin embargo, le faltaba madurez para triunfar, y según pasaban las semanas aumentaba su ansiedad al ver que las cosas no marchaban como esperaba.
En febrero de 2006, Bilbao Basket tomaba la decisión de cederlo hasta final de temporada al Olympiacos, mientras se hacía con los servicios del veterano Sasa Stefanovic. Txus Vidorreta, entonces técnico del equipo bilbaíno, manifestaba su frustración, afirmando que: "Tenemos claro que Koljevic tiene unas cualidades que no ha sabido o no hemos podido entre todos explotar en Bilbao. También tenía una serie de defectos y, a pesar de que ha progresado, no lo ha hecho lo suficiente como para hacerse con un hueco importante en el equipo". En 20 partidos de ACB jugados en aquella temporada, Koljevic firmarían con Bilbao Basket 6.7 puntos, 1.5 rebotes y 1.6 asistencias por encuentro.
Tras acabar la temporada en el Pireo, donde tampoco tendría excesivas oportunidades, y una breve estancia en Estados Unidos para realizar varios entrenos con equipos NBA, en el verano de 2007 Ivan Koljevic volvía a Bilbao con la intención de acallar críticas y mostrarse como un jugador mucho más maduro. Aceptaría un rol secundario como reserva de Javi Salgado y ofrecería síntoma positivo al comienzo de la temporada. Parecía más asentado, no tan ansioso y sin necesidad de demostrar su dribling y amenazar con su tiro exterior en cada jugada. En la Jornada 4 de la temporada 2006-07 disputaría el que puede ser su mejor partido como jugador de Bilbao Basket, anotando 23 puntos (5/8 en triples y 4/4 en tiros de dos puntos) ante Fuenlabrada en tan solo 20 minutos de juego y saliendo desde el banquillo. Pero todo fue un espejismo. El montenegrino volvía a cometer los errores del curso pasado, volvía a ser ese jugador alocado, anárquico que no sabía dirigir en la cancha y que restaba más que sumaba al juego de equipo.
En esta tesitura, Bilbao Basket tomaba una decisión drástica, recuperaba para el basket al Lietuvos Rytas lituano. En esta segunda temporada sus números habían sido de 6.4 puntos, 1 rebotes y 0.9 asistencias de media en 17 partidos disputados en ACB. En esos meses, Lietuvos llegaría a disputar la final de la ULEB que ganaría el Real Madrid.
Aún con un año de contrato con Bilbao Basket, todo indicaba que su crédito en el club vasco se había agotado. Así, en julio de 2007, Bilbao Basket anunciaba la rescisión de los contratos de Ivan Koljevic y Milan Majstorovic, la otra apuesta balcánica perdida de los bilbaínos. Ivan Koljevic decía definitivamente adiós a Bilbao dejando atrás toda la ilusión con la que llegó y con un saco lleno de frustración de vuelta.
Tras abandonar Bilbao Basket, ¿qué ha sido de la carrera profesional de Ivan Koljevic durante estos últimos años?
Por desgracia, la carrera de Ivan Koljevic no ha logrado despegar en este último lustro. Ha pasado por un buen número de equipos sin asentarse en ninguno de ellos. La temporada 2007-08 defendió los colores del Ural Great ruso (8.7 puntos y 2.7 asistencias en Eurocup). En la 2008-09 aterrizaría en los Cherkasy Monkeys de Ucrania, donde promediaría hasta 16 puntos por encuentro. Un año más tarde, daría el salto a Turquía, comenzando la campaña 2009-10 en el Bornova de la TBL, pero sería cortado en diciembre de 2009 para regresar pocas semanas después a Ucrania, concretamente al Khimik. Pero no acabaría la temporada en su nuevo equipo, sino que en marzo de 2010 ficharía por el Trikalla de la segunda división griega. Ya en la temporada 2010-11 aterrizaría en Polonia, concretamente en el PGE Turow, donde no acabaría la campaña. Durante la campaña que acaba de comenzar, volvería a probar suerte en Polonia, concretamente en el SKS Polpharma-Pakmet, equipo cuyos colores únicamente defendería durante tres partidos antes de partir de nuevo camino a Cherkasy Monkeys, único club en el que parece encontrarse cómodo siendo el centro del equipo,
Un camino errático, sin encontrar un lugar en el basket europeo. Un jugador que pudo triunfar, que prometía llegar a metas muy altas, pero que se quedó en la cuneta en su camino a la gloria, por culpa de no saber o no poder crecer como jugador de baloncesto. No le faltaba talento, ni ambición, pero nunca desarrolló un IQ para ser un base que pudiera dirigir con cordura. Talento desperdiciado. A punto de cumplir los 28 años, veremos si logra, por una vez, la estabilidad en su carrera y aún está a tiempo de levantar el vuelo.
Ivan Koljevic con Cherkasy Monkeys