La vida en los territorios palestinos no es sencilla. Lo cotidiano puede llegar a ser excepcional y objetivos como el formarse como deportista de elite llega a ser prácticamente una heroicidad. Es por ello que el caso de Sani Sakakini debe ser tomado como una auténtica rara avis. Este 4-5 de 2.03 de estatura y 25 años es en la actualidad el único jugador profesional de baloncesto de nacionalidad palestina. Un ejemplo de superación y de lucha que este curso ha vivido su mejor año en lo deportivo siendo incluido nada menos que en el tercer quinteto ideal de la CBA china merced a los 18.9 puntos y 13.8 rebotes (2º mejor reboteador de toda la competición) promediados en el Qingdao Double Star Eagles.
Sakakini (nacido en 1988) se formó en una familia de deportistas de Cisjordania. Su padre era entrenador de baloncesto y tanto su hermana como hermano mayores habían defendido los colores de sus selección en el deporte de la canasta. Pronto se vislumbró su potencial (a pesar de formarse fuera de los focos, casi en solitario y sin acudir a campus internacionales) y a la edad de 18 años tuvo que dejar su a su familia y país para poder progresar en el baloncesto y encontrar un contexto más adecuado para continuar su formación deportiva. Firmó su primer contrato profesional en 2006 con el Al Riyadi jordano, además de obtener una beca para poder estudiar en la Universidad. Durante cuatro temporadas defendería la camiseta del equipo jordano. Sus buenas actuaciones en la liga de aquel país harían que desde China pusieran sus ojos en este bravo jugador que se mueve como pez en el agua en la zona. Así, en 2011 firmaría por los Guangzhou Free Man de la NBL china, la segunda competición por importancia tras la CBA del basket del gigante asiático. En su primera experiencia en China promediaría 14.5 puntos y 9.8 rebotes. Unos números que le permitirían dar el salto a la CBA, firmando en 2012 con Qingdao Double Star Eagles. Allí sus números serían más modestos (10.5 puntos y 8.2 rebotes) y su nuevo equipo no le renovaría el contrato, teniendo que volver a Jordania para enrolarse de nuevo en el Al Riyadi. En Jordania se coronaría como mejor anotador y reboteador de la competición. Ese paso atrás fue para tomar impulso. Su enorme campaña de regreso a Jordania hizo que el propio Qingdao volviera a apostar por él.
El conjunto chino no se equivocó. La presente ha sido su temporada de explosión como jugador. Sin exceso de centímetros pero con una capacidad de trabajo y sacrificio elogiables, nuestro protagonista ha dado un paso de gigante en su carrera profesional, sitúandose entre los mejores nombres de una competición repleta de jugadores extranjeros de primer nivel como los Jonathan Gibson, Stephon Marbury, Bobby Brown, Hamed Haddadi, Donnell Harvey.
"No digo nunca que no en el basket, nunca me canso. Entreno dos horas por la mañana; voy al gimnasio, hago pesas durante una hora y luego vuelvo a la cancha para entrenar otras dos horas. Trabajo como 5 a 6 horas al día. Aunque lo hago solo, sin un entrenador personal. Eso es lo que echamos en falta en Palestina. De todas formas, lo que no hagas por ti mismo, nadie lo va a hacer por ti", una declaración de intenciones de un hombre hecho a si mismo.
Una vez finalizada la CBA, Sakakini ha firmado hace pocas semanas por el Hoops libanés, donde promedia un excelente doble-doble (20.4 puntos y 11.9 rebotes). ¿Lo veremos jugar en Europa?
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