Nada está claro en el futuro del Scavollini. Tras una irregular temporada en la que el equipo ha sido capaz de lo mejor y de lo peor (clasificándose para los cuartos de final de la Euroliga y realizando un catastrófico final de temporada en la LEGA que le dejó fuera de los playoffs cuando lo tenían todo de cara para clasificarse), el equipo se encuentra sumido en una gravísima crisis económica cuya consecuencia inmediata puede ser la no inscripción del club en la LEGA para la próxima temporada, aunque este primer escollo está prácticamente superado.

El club necesita 1.690.000 euros antes de que expire el plazo de inscripción (6 de julio en primera instancia, o el 14 del mismo mes como fecha límite) para llevar a cabo los trámites necesarios que le permitan continuar participando en la máxima categoría del baloncesto italiano. Sin embargo, el problema de fondo va más allá de esta cantidad, ya que según el diario “Il Resto del Carlino“, Valter Scavolini, el multimillonario presidente de la empresa de cocinas que patrocina al club, declaraba ayer que la inscripción en la LEGA sólo suponía una parte del problema, y hacía hincapié en que el verdadero mal que arrastra la sociedad es una deuda superior a tres millones de euros.

Scavolini, además, ha confirmado que seguirá apoyando al club como viene haciendo desde varios años atrás, inyectando cada año una importante cantidad de dinero para que el Victoria Libertas luzca en sus camisetas y el logotipo de su empresa y adopte su nombre como denominación en actas oficiales.

Las declaraciones del presidente Enzo Amadio a los medios durante las últimas semanas apuntaban a que su intención es salir adelante con el club, pero que él solo no puede hacerse cargo de todo el dinero. No han faltado corrientes de ayuda para el equipo, por ejemplo el Presidente de la Virtus, que está sensibilizado con estos temas después de la catástrofe que sufrió su equipo, propuso que cada club participante en la LEGA pague 100.000 euros para intentar salvar al club de Pesaro.

Ayer viernes 1 de julio, trescientos aficionados del equipo blanco y rojo se reunieron para dejarse oir e intentar hacer presión para evitar la desaparición de un club con más de sesenta años de historia que ven como ahora la continuidad de la escuadra de sus amores está en entredicho. Y hoy sábado 2 de julio, el alcalde de Pesaro ha organizado un encuentro con las grandes empresas de la ciudad para intentar que inviertan en el baloncesto y de esta manera conseguir apoyos que ayuden a superar el hundimiento.

Tras la reunión, todo apunta a que el problema más inmediato está salvado y el equipo podrá inscribirse para la próxima temporada, sin embargo el futuro continúa siendo incierto para el club italiano, que deberá encontrar otras fuentes de ingresos y modificar su gestión para evitar que la deuda acabe consumiendo uno de los equipos con más solera al otro lado de los Alpes.