Julio Lamas se transformó en el nuevo entrenador de la selección Argentina al firmar un contrato que lo une a la Confederación Argentina (CABB) por los próximos 4 años. Los primeros 2 serán part time (dividirá su tiempo entre la selección y Obras Sanitarias, equipo que dirige actualmente) y los últimos dos serán full time. Su estadía en el banco albiceleste será similar a lo que reza su contrato: estará dividida en dos etapas bien diferentes.
PRIMERA ETAPA: Londres 2012
La primera tendrá como objetivo principal a Londres 2012, donde tendrá la responsabilidad de dirigir por última vez al núcleo principal de la Generación Dorada, en busca de una medalla que corone el final del ciclo más exitoso en la historia del basket argentino.
En ese plano, Lamas contará con un plantel armado los próximos dos años y solo deberá darle su toque personal a la conducción. Tal vez el mayor desafío será cubrir las ausencias de Fabricio Oberto (8,4 puntos y 5,6 rebotes en Turquía 2010) y Román Gonzalez (2,0 y 2,8), quienes este año anunciaron su retiro de las competencias internacionales. En un ejercicio de continuidad se supone que el puesto de pívot titular quedará en propiedad de Juan Gutierrez. Su homónimo Leonardo y Federico Kammerichs completarán el juego interior y Andrés Nocioni también puede ocupar el puesto de 4, corriendo a Luis Scola a la posición de 5. Pero si hablamos de un pivot puro, el primer (y tal vez el único) nombre que se viene a la mente es el de Martín Leiva. El jugador de Peñarol está teniendo una de sus mejores temporadas en la Liga Nacional Argentina (12,2 puntos y 8,6 rebotes para 17,8 de valoración) y sus 2,10 m. puden ser de mucha utilidad. La contra es que ya tiene 32 años y le ha dicho que no a la selección en reiteradas ocasiones.
SEGUNDA ETAPA: la reconstrucción
Si bien es imposible predecir el futuro, es muy probable que los próximos JJ.OO. sean el torneo del adiós para Manu Ginóbili, Pablo Prigioni, Leo Gutierrez, Paolo Quinteros y Hernán Jasen. Si bien Julio Lamas ya se encargó de aclarar que su deseo es alargar lo más posible la estadía de estos con la celeste y blanca, sería ilógico creer que sus carreras se prolongaran más allá de la cita olímpica. Allí comenzará para Lamas, la segunda etapa, en este nuevo ciclo, al frente de la selección: la etapa de la reconstrucción.
En su primer paso por la mayor (1997-1999), el bahiense se encontró con un equipo fragmentado que tenía a Marcelo Milanesio, Marcelo Nicola y Esteban de la Fuente como máximos referentes. Hizo debutar a Ginóbili y Pepe Sanchez en el mundial de Grecia 98 y convocó a Hugo Sconochini, quien no había sido tenido en cuenta por Guillermo Vecchio en el ciclo anterior. Luego de ese torneo se vio obligado a forzar el recambio generacional debido a la importante cantidad de renuncias que se presentaron (Osella, Nicola, Milanesio, De la Fuente). Llegaron Lucas Victoriano, Leandro Paladino, Nocioni, Scola y Leo Gutierrez quienes se habían destacado en el mundial Sub-22 de Australia 97, donde Argentina logró el cuarto puesto.
El destino quiso que Lamas sea el encargado de generar un nuevo recambio, con la diferencia de que este se da en un contexto distinto. Pero ¿con qué material cuenta para llevar a cabo la nueva reestructuración?
En la posición de base es donde surge la interrogante más importante. En el puesto que ha sido patrimonio exclusivo de Prigioni en los últimos años no se vislumbra un recambio confiable. Juan P. Figueroa (Pinheiros de Brasil, 24 años) y Juan P. Cantero (Libertad de Argentina, 28) no lograron afianzarse en la selección debido a las constantes lesiones que sufrieron ante torneos importantes y Luis Cequeira (Obras de Argentina, 25) hizo un buen mundial en Turquía, pero apunta a ser un recambio revulsivo y no un conductor. Con ese panorama. las mayores esperanzas están depositadas en Juan Fernandez (20), base de los Temple Owls (10,1 puntos y 3,4 asistencias esta temporada), uno de los jugadores con mayor proyección de la cantera argentina, al que aún le falta madurar en varios aspectos del juego pero que demuestra el talento suficiente para ser el próximo conductor de Argentina.
El puesto de alero es el que mejor está cubierto de cara al futuro. Marcos Mata (Peñarol de Argentina, 24) será el dueño de la posición que hoy ocupa Nocioni si continúa con su progreso. Buen defensor, fuerte y atlético y con buen tiro de tres puntos, deberá sumar experiencia en los próximos torneos (3 partidos jugados en el pasado mundial con promedios de 1,0 puntos, 1,7 rebotes en 6,3 minutos). Fabricio Vay (Arkadia de Austria, 24), Matías Nocedal (Jesi de la Lega Due, 20) y Federico Aguerre (Webber Bahía de Argentina, 22) también esperan el llamado del entrenador. Será importante el progreso de Patricio Garino (13,3 puntos, 6,4 rebotes y 2,9 asistencias en el mundial Sub-17 de este año), quién recibió una beca de la NBA para jugar en Montverde Academy.
Para las posiciones interiores el desafío de Lamas será convertir a Juan Gutierrez en una referencia ofensiva confiable, ya que no se cuenta con algún proyecto que este listo para rendir en los próximos 4 años. Leo Mainoldi, quien jugó un gran torneo Sudamericano (11,6 puntos, 6,4 rebotes y 1,8 asistencias) será uno de los recambios inmediatos. Sí, se está apuntando a desarrollar a jugadores jóvenes de buena talla como el caso de Matías Bortolín (17 años, 2,07m.), quien ya tuvo su primera experiencia mundialista con la Sub-17 en Alemania 2010 (9,6 puntos, 5,1 rebotes y 1,9 asistencias). El juvenil ya estuvo entrenando con la preselección mayor previa a Turquía 2010.
El entrenador sabe que se avecinan tiempos difíciles para la Argentina luego de Londres 2012, pero es una situación que ha vivido con anterioridad y cuenta con la experiencia suficiente para realizar el trabajo que se le encomienda.