Tras los desastres del Mundial de Indianápolis en 2002 y de los Juegos Olímpicos de Atenas, en los que finalizaron sextos y terceros respectivamente, USA Basketball estaba decidida a que esto no volviese a ocurrir. Visto que juntar a un grupo de los mejores jugadores de la NBA y mandarlos a competir juntos tras apenas unos días de preparación no bastaba, se decidió cambiar la forma de trabajo. El primer paso fue nombrar a Jerry Colangelo como manager del equipo sénior masculino de USA Basketball. A partir de ahí llegó el nombramiento de coach K Mike Krzyzewski como primer entrenador, y de sus ayudantes Jim Boeheim (Syracuse University), Mike D’Antoni (Phoenix Suns) y Nate McMillan (Portland Trail Blazers).
Una vez reunido el cuerpo técnico, comenzó el reclutamiento de jugadores dentro de un programa que durará hasta los JJOO de China en 2008. Esta vez se hizo a través de entrevistas personales con los jugadores para conocer su interés ante el desafío de defender a su selección, y no de faxes o cartas como se hacía anteriormente. Los primeros dos jugadores con los que habló Colangelo fueron Allen Iverson y LeBron James. Curiosamente, el primero quedó finalmente fuera del equipo, según dicen, por su mala imagen y comportamiento. Luego llegaron Kobe Bryant y Shawn Marion, la renuncia de Ray Allen por no estar dispuesto a pasar pruebas de selección, Anthony, Arenas Así hasta 23, con la incorporación final de Kirk Hinrich y de Greg Oden, el mejor jugador de instituto en EEUU que, lesionado, tuvo una primera toma de contacto con el Team USA.
Un equipo temible, pero también batible. Tras las últimas dos grandes citas ha quedado claro que ya no son los grandes dominadores de las competiciones FIBA, que ya quedan muy lejanos aquellos tiempos en los que mandaban a un grupo de universitarios a pasearse por el Mundo y que hay varias selecciones que pueden batirles en un torneo de este nivel como ya demostraron España, Serbia o Argentina. Así que no sólo era suficiente con juntar a los mejores jugadores del país, si no prepararse a conciencia; así como empezar a estudiar a sus rivales a través del scouting, tarea que obviaron en anteriores competiciones.
Pau Gasol: esperamos encontrárnoslos lo más lejos posible
El propio Pau Gasol lo expresaba así en unas declaraciones recientes: Veo a la nueva selección de USA muy bien. Si nos encontramos con USA iremos sin ningún tipo de miedo y creo que la presión la tendrían ellos aunque esperamos encontrárnoslos lo más lejos posible.
Gasol cree que el nuevo método de trabajo de USA Basketball les va a ayudar y que es una muestra de que quieren recuperar el sitio que históricamente les corresponde: dieron una lista de 25 jugadores que firmaron un contrato que les comprometía durante 3 años para las competiciones que Estados Unidos participe y luego el seleccionador elige a las 12 seleccionados para cada campeonato, parece que se lo toman más en serio.
La prensa estadounidense, volcada
Mientras tanto, medios como ESPN, CBS Sports, USA Today no dejan de escribir líneas sobre su nueva selección con un tono más que optimista. La necesidad de demostrar al resto del planeta que su selección es la mejor de todas parece haber calado hondo también entre la prensa y no cejan de alabar el nuevo método de trabajo y a los jugadores que finalmente han sido seleccionados; lo que contrasta enormemente con las duras críticas con las que obsequiaron a los derrotados en Indianápolis y Atenas.
Así, por ejemplo, USA Today no duda en comparar a los seleccionados para Japón con el Dream Team de Barcelona, estableciendo algunas similitudes que no se pueden tomar como algo más que un intento de subir la autoestima de sus jugadores y recrear el espíritu de equipo que reinaba entre los componentes del Team USA en Barcelona 92. No se explica de otra manera comparar a Joe Johnson con Larry Bird, a Bruce Bowen con Scottie Pippen o que asegurar que Chris Bosh puede desempeñar el mismo rol que David Robinson o Elton Brand el de Karl Malone. Wade sería el nuevo Jordan, LeBron el nuevo Magic, Stoudemire haría el papel de Barkley, Carmelo Anthony el de Chris Mullin, Chris Paul sería Stockton, Dwight Howard como Pat Ewing y Arenas haciendo de Drexler.
El resto de medios hacen especial énfasis en la necesidad de adaptar el juego de su selección a las reglas y estilo del baloncesto FIBA. Por ejemplo, su gran condición atlética les permite obtener ventaja de la regla que deja barrer el balón tras un lanzamiento del contrario que ya ha tocado aro. No hacer pasos de salida o saber que los jugadores no pueden pedir tiempo muerto son otras de las reglas a las que deben acostumbrarse. Para facilitar esta adaptación, la selección estadounidense contará con la presencia de árbitros FIBA durante su concentración en Las Vegas.
El propio Bruce Bowen no duda en criticar el estilo de juego que se practica en la NBA en detrimento del baloncesto más de equipo que se juega en Europa. Con experiencia en la liga francesa, Bowen cree que en la NBA un jugador sólo desarrolla una de sus habilidades para exprimirla al máximo. En palabras suyas la NBA contribuye a que haya jugadores egoístas mientras en Europa se mueve el balón, no solamente los aclarados.
Así pues, todo está listo para que Estados Unidos tenga una nueva oportunidad para demostrar que son los mejores del mundo ¿o es que acaso ya no lo son? En definitiva, Japón asistirá al nacimiento de un nuevo Dream Team o al abandono definitivo del uso de dicha expresión, reservándola exclusivamente para el más grande equipo de baloncesto de todos los tiempos, el Dream Team de Barcelona 92, aquel con el que los rivales se hacían fotos tras acabar los partidos derrotados por más de 30 puntos.