¿Qué tienen en común los siguientes nombres? Velimir Perasovic, Dusko Ivanovic, Zoran Savic, Nikola Vujcic y Roko Leni Ukic? Una se hará obvia en unos días: todos estarán en Praga, jugando, dirigiendo desde los banquillos o los despachos. La segunda, que todos ellos han jugado en algún momento de sus carreras deportivas respectivas en el equipo de Split: el actual KK Split y antigua Jugoplastika. De hecho tres de ellos fueron protagonistas en ese excepcional trienio de triunfos de que disfrutó el equipo dálmata a finales de los ochenta y principios de los noventa. Es una prueba más de la extraordinaria cantera y, por otro lado, buen ojo que siempre han tenido a orillas del Adriático, en un equipo que lucha denodadamente por recuperar un poco de su antigua gloria.

Velimir Perasovic es un producto directo de la cantera de Split, subiendo por los equipos inferiores hasta alcanzar el absoluto en 1985, con 20 años. Estuvo en el momento apropiado y en el lugar apropiado, y ganó cuatro ligas yugoslavas consecutivas entre 1987 y 1991, dos copas (1990 y 1991) y la primera copa croata (1992), pero el cenit con el equipo de su ciudad lo conformaron esos tres entorchados continentales entre 1989 y 1991, en una jovencísima plantilla en que él era de los más veteranos. Todos conocemos sus logros con posterioridad en la liga ACB, en diferentes plazas como Lugo, Vitoria, Fuenlabrada o Alicante. A su retirada optó por volver al equipo de su tierra como director deportivo, justo tras ganar éste la liga croata con lo que podríamos llamar un equipo para soñar, y con su excompañero Dino Radja como presidente. Los problemas económicos no tardaron en hacerse presentes y “Peras” volvió a hacer el viaje Croacia-ACB, para hacerse cargo del Caja San Fernando y este año del Baskonia, con el que tratará de batir récords en esta Final Four: puede convertirse en el primer entrenador en ganar el título como entrenador y jugador, en convertirse en el primer debutante (en la Final Four y en la propia Euroliga) en alzarse con el trofeo y además no podemos olvidar, como mencionó él mismo, una motivación personal: evitar que el Maccabi se una a esa exclusiva dupla, conformada por el ASK Riga y el Split, de equipos que han ganado tres títulos europeos de máximo nivel consecutivos.

Dusko Ivanovic era el veterano absoluto de ese equipo mágico de Split; antes había jugado en su Montenegro natal, sobresaliendo en el Buducnost en que fue segundo máximo anotador de la liga yugoslava tras un tal Drazen Petrovic. De ahí lo reclutó Bozidar Maljkovic para dar el toque de experiencia a su proyecto de juventud e ilusión. Ivanovic era un artillero que hoy podríamos calificar de “rara avis”, se prodigaba en el tiro de 4-5 metros más que en el triple. Dusko desplegó su saber estar y ganó dos títulos continentales en la costa dálmata como capitán antes de viajar a Girona. Luego llegó su etapa en Suiza donde se estableció definitivamente como técnico, su exitosa temporada en el Limoges y su confirmación en la ACB, en el Baskonia y el Barcelona. Dusko espera alzarse con el título en su tercera final de Euroliga y la segunda en una Final Four.

Zoran Savic era, como Ivanovic, uno de los pocos no-croatas de ese mismo equipo: nacido en Bosnia-Hercegovina pero de nacionalidad serbia, llegó a un equipo ya campeón de Europa en 1989 donde disfrutó de éxitos antes de pasar a la ACB (militando en el Barcelona –en dos etapas- y en el Real Madrid), Grecia, Turquía e Italia, donde añadió una Euroliga más a su palmarés. Zoran eligió la vía de los despachos, y este año se estrena en este sentido en la ACB, con su excompañero Ivanovic en el banquillo, tratando de ganar una Euroliga que rozó con los dedos como director deportivo de la Fortitudo en 2004, cuando su equipo cayó de forma amplia contra el Maccabi, que iniciaba su reinado continental.

Como puente entre esa generación y la de los últimos tiempos tenemos a Nikola Vujcic, un genial producto de cantera de Split en una época más bien yerma. Debutó con el primer equipo en 1995, jugando allí hasta 2001, en que fichó por el equipo macabeo, aunque pasó una temporada cedido en Francia. Su periplo en el equipo dálmata se vio privado de triunfos colectivos salvo una solitaria Copa en 1997, si bien se ha podido resarcir de ello con los títulos sin descanso de que goza en el Maccabi. De hecho en esta Final Four se puede unir a otros dos protagonistas de este artículo, Perasovic y Savic, en poseer en sus vitrinas tres Euroligas como jugador. Su calidad bien puede contribuir a lograr esa meta.

Vujcic tuvo como compañero en Split durante su última temporada allí, la 2000-2001, a un jovencísimo base espigado que respondía al nombre de Roko-Leni Ukic. Era la primera temporada con los mayores para Roko, que sí vivió con posterioridad una época exitosa, con la liga de 2003 (junto a figuras de la competición como Radja, Sesar, Zizic, Zdovc…) y la Copa de 2004, gracias a una canasta suya en el último segundo.Como una de las grandes promesas croatas y futurible NBA, Ukic viajó a la ACB para foguearse al más alto nivel europeo y ganar títulos de mayor entidad. En el Baskonia se ha reencontrado con una figura con la que coincidió en 2003-04, Velimir Perasovic, estando éste en los despachos. La temporada de Ukic en el Baskonia está siendo ciertamente decepcionante; es de esperar que Roko quiera este título en su palmarés para restañar las heridas que se pueden haber producido en su autoestima.

El Split no es ni una sombra de lo que fue, si bien es capaz de sobreponersea la continua fuga de talentos, y esta temporada vuelve a batallar por el título de la mano de dos talentosos y jovencísimos jugadores como son Franko Kastropil y sobre todo Hrvoje Peric, con la valiosa adición del americano Duane Woodward.

Perasovic, Ivanovic, Savic, Vujcic, Ukic. Son el pasado, el presente y el futuro de los telentos que han desplegado su arte en la turística ciudad dálmata. Y todos ellos pasearán el estandarte de la ciudaden la que será la capital del baloncesto europeo en el mes de mayo: Praga.