Valencia Basket no levanta cabeza y comienza a hundirse en una mala racha que ya cuenta cuatro partidos seguidos perdiendo, contando tanto Euroliga como Liga Endesa. Un conjunto ‘taronja’ que parecía encaminado a decir adiós a sus fantasmas este viernes ante Zalgiris Kaunas, tras realizar una muy decente primera mitad, pero que cometió errores reiterativos que le desconectaron del encuentro y que les sentenció ante Zalgiris Kaunas, 76-80.
Los lituanos se aprovecharon de ese Valencia Basket ‘verde’, y no solo por los aficionados de Zalgiris Kaunas que llenaron las gradas de la Fonteta, sino por la falta de madurez del equipo. Los valencianos volvieron a caer en una desconexión final, a pesar de un buen comienzo, y que recuerda al equipo que se presentó con un mal balance en Euroliga en casa. Y es que no es la primera vez que le sucede algo así a Valencia Basket, pues pasó parecido ante ASVEL Villeurbanne, también en la Fonteta, aunque la desconexión fue en la primera mitad.
Esto no es otra cosa que una muestra de que a Valencia Basket le cuesta afrontar los problemas cuando estos aparecen. De hecho, esto es una evidente falta de madurez en el equipo y sus sistemas, que colapsan cuando las cosas no salen. La principal causa se debe a la falta de referencias ofensivas y de líderes claros a la hora de intentar encontrar la solución.
En muchos partidos ese referente ha sido el base Chris Jones, quien ha cogido las riendas, y este viernes lo intentó volver a hacer, pero le faltó esa energía de antes de la lesión. Lo mismo para Jasiel Rivero, quien debe volver a coger la forma de antes de su parón. Pero ni Jared Harper, ni Klemen Prepelic y ni siquiera James Web III que estaba teniendo un buen acierto, fueron ese líder hacia la victoria.
Ah bueno Klemen... ¡AH BUENO, PREPELIC!@prle_10 y cómo hacer lo que te dé la gana en la cancha@valenciabasket #EuroligaDAZNpic.twitter.com/DTH851pk5P
— DAZN España (@DAZN_ES) November 25, 2022
Queda mucho trabajo por hacer en la construcción de juego ofensivo y colectivo en Valencia Basket, más pases y paciencia, para ser la base de la solución cuando los partidos se complican, pero también cuando van de cara. Un Valencia Basket más constante, como el que apareció en los 31 puntos anotados en el primer cuarto, con más jugadores participativos tanto en ataque como en defensa, y que deje más apartadas las individualidades para sumar más todos juntos.