El partido se jugaba en un Palacio de los Deportes José María Martín Carpena repleto y con un ambiente de gala digno de una final europea, algo que no se vivía en Málaga desde el año 2001, cuando jugó su segunda final de la Copa Korac.
Dos triples de Waczynski y Nedovic y un juego con transiciones rápidas daban una ventaja inicial de 10-3 a Unicaja, que desarbolaba la defensa del conjunto taronja. La intensidad en defensa y el rebote de ataque (5 ofensivos) daba una ventaja de 10 puntos a los malagueños (21-11), pero la entrada a pista de la segunda unidad de ambos equipos, favorecía a los visitantes, que con un parcial de 0-7, reducía su desventaja a sólo 3 puntos (21-18).
El partido entraba en una fase de intercambio de triples por ambos equipos (29-25). Bojan Dubljevic anotaba su primera canasta a 5 minutos del descanso, momento en el que un problema con el reloj de posesión paraba el partido por segunda vez, cortando el ritmo del encuentro. Alen Omic estaba haciendo mucho daño al equipo taronja anotando y, sobre todo, logrando rebotes ofensivos (4 rebotes en ataque). Los de Pedro Martínez vivían del tiro exterior (2 triples para Vives, Sato y Van Rossom), y su desacierto en los instantes finales del segundo cuarto permitía a Unicaja irse al descanso con 9 puntos de ventaja (43-34). La anotación estaba muy repartida en ambos equipos, y Unicaja dominaba ampliamente en los rechaces, con 23 (10 ofensivos) por 10 de Valencia Basket (3 ofensivos).
Valencia Basket salió dispuesto a morder del vestuario, logrando un parcial de 0-6 (43-40) que cortó Alberto Díaz con un robo y una canasta en contraataque. Tocaba el turno a Unicaja, que endosaba a su rival un parcial de 12-0 gracias a Alen Omic, inmenso en el rebote, a la dirección de Alberto Díaz, y al lanzamiento exterior de Jamar Smith (55-40). Pero Valencia Basket no estaba dispuesto a rendirse, y dos triples de Dubljevic y Vives ponían el partido en 12 puntos. Pero era el momento del show de Jamar Smith, que estaba viendo el aro como el colisionador de hadrones del CERN, con 11 puntos en el tercer cuarto. Un triple final de Romain Sato cerraba el tercer cuarto con sólo 13 puntos de desventaja para los jugadores de Pedro Martínez (64-51).
El último cuarto se presentó muy trabado. Unicaja sacaba ventaja de la situación de bonus de Valencia Basket y acudía con frecuencia a la línea de tiros libres, minimizando los triples de su rival, que lograba bajar de la barrera psicológica de los 10 puntos de desventaja a 4:30 del final (70-61). Pero una canasta de Dani Díez y una técnica señalada a Pedro Martínez por protestar, volvía a situar a una cómoda distancia a Unicaja (75-61).
Un triple de San Emeterio ponía la desventaja en 8 puntos (78-70), y el propio Fernando San Emeterio tenía bola para tirar un nuevo triple que metiese la presión a los malagueños a poco más de un minuto del final, pero pisaba la línea lateral y frustraba las escasas opciones de remontada del equipo taronja, llegándose al final del partido con 79-71 para Unicaja.
Los más destacados fueron Jamar Smith, autor de 20 puntos (11 en el tercer cuarto, cuando Unicaja rompió el encuentro), y Alen Omic (12 puntos y 10 rebotes) por parte local. Mientras que Guillem Vives (14 puntos) y Sam Van Rossom (11 puntos y 5 asistencias) lo fueron por parte visitante.
El miércoles, en La Fonteta, tendrá lugar el partido definitivo de esta final de la Eurocup. El equipo que se lleve el triunfo se convertirá en el ganador del título. Y cualquiera de ellos será digno merecedor del trofeo después de habernos regalado una hermosa final.

