Cualquiera que viera la formación inicial del CSKA de Moscú podría pensar que el playmaker del equipo es John Robert Holden. Sin embargo, el equipo de Ettore Messina enseguida se desmarca de los convencionalismos y otorga a cada jugador el rol que le corresponde por aptitudes, y no por altura.
Holden es un anotador, y como tal, no está lo suficientemente capacitado para tomar las decisiones más importantes. Por ello, el que asume el rol de ‘uno’ es David Vanterpool (1,95). Este jugador ha demostrado su polivalecia durante toda la temporada y en este momento es uno de los pilares del equipo, porque a pesar de no destacar excesivamente en ningún apartado estadístico aporta solidez al conjunto en cada una de sus acciones.
“No me preocupa mi posición en el campo, jugaría de pívot si el equipo lo necesitara, además ya jugué de base en Italia y en la NBA“, cuenta el jugador en la Página oficial de su equipo. “Me gusta tomar las decisiones, por eso me gusta jugar de base, aunque eso no significa ser el líder del equipo, el líder es el que toma la responsabilidad en los aspectos que más lo necesita el equipo“.
Sin embargo, el jugador más capacitado para jugar de base es el griego Theo Papaloukas. Siempre sale como suplente porque de esta manera su equipo mantiene e incluso mejora su nivel cuando la rotación entra en funcionamiento. Él si es un verdadero líder, y desde sus dos metros de altura controla todas las situaciones. Tras proclamarse Campeón de Europa son su selección este verano, podría conseguir la doble corona con su club.
En este momento sería difícil imaginar al Maccabi sin Nikola Vujcic. El pívot croata era uno de los dos hemisferios del cerebro del equipo que ganó las dos últimas ediciones de la Euroliga. Ahora, con uno de ellos en los Indiana Pacers, la funcionalidad del Maccabi es más reducida, pero Vujcic sigue siendo el catalizador del juego hebreo.
Esta situación se debe a que Will Solomon, como hemos dicho de Holden, es un anotador incapaz de dirigir al equipo. Su aportación ofensiva depende exclusivamente de su acierto de cara a canasta. Esta situación desespera sobremanera a su entrenador, Pini Gershon, que durante el verano se hartó de pedir un recambio capaz de generar juego en la posición de base.
Sin ir más lejos, el técnico se desmelenó en una entrevista concedida la semana pasada: “Traer a Will Solomon ha sido uno de los errores que he cometido durante esta temporada, aunque no el único. A lo largo del año he intentado traer de vuelta varias veces a Yotam Halperin (promesa israelí que salió del Maccabi para jugar en el Olimpija de Ljubljana… ¡como escolta!) porque echamos mucho de menos tener un base“.
Como cada año, Gershon se ha ganado la antipatía de sus jugadores con sus declaraciones, y en concreto estas afirmaciones le han ganado los comentarios hirientes “off the record” de Will Solomon, que se ha unido de esta manera a Burstein en su cruzada de ofuscación ante su díscolo entrenador.
Esta temporada Dusko Ivanovic se ha encontrado con una situación que seguramente le ha llevado a la desesperación en más de una ocasión. Sin embargo, el carácter ganador de los dos protagonistas de esta historia les ha, de alguna manera, sacrificar su orgullo en pos de conseguir un bien mayor: triunfos.
La situación a la que nos referimos es la siguiente: Dusko se ha encontrado en la posición de base con un purasangre difícil de domar, Shammond Williams. Todos recordamos las escenas del año pasado en las que el técnico balcánico ordenaba los ataques desde el banquillo, diciéndole a Calderón la jugada a desarrollar en cada momento.
Con Williams esto no es posible, porque él tiene su propio estilo, le gusta tirar triples que sorprenden a la defensa rival y, en resumidas cuentas, le gusta la improvisación. Los nervios de Ivanovic se resintieron en la primera parte de la temporada de tal manera que hasta se llegó a pensar en cortar al americano.
De forma paralela, Dusko ha intentado buscar alternativas, pero el fichaje de Ed Cota, que vino en baja forma y sufrió lesiones cuando se vislumbraba su mejor nivel, no ha sido del todo satisfactorio. También cabe destacar la alternativa Roger Grimau, que a pesar de ser escolta puede jugar en la posición de “uno” para buscar penetraciones y abrir espacios al resto de jugadores. Esta fue la clave en la eliminatoria ante el Real Madrid y el principal motivo por el que el Barcelona estará en Praga. Sin embargo, no deja de ser una solución para momentos puntuales
Baskonia: Prigioni, el último base puro
Finalmente, llegamos al mejor base pasador de la competición, el jugador que ha batido el récord histórico de asistencias acumuladas en una temporada regular de la Euroliga. Pablo Prigioni es un verdadero generador de juego y sabe aprovechar a la perfección las aptitudes ofensivas de sus compañeros interiores.
Sin embargo, no todo son ventajas. A sus 29 años, Prigioni tiene dificultades para mantener su mejor nivel durante los 40 minutos del partido y normalmente, cuando las circunstancias del juego le obligan a ello, su visión de juego no se resiente, pero sí su capacidad anotadora, y esto lo convierte en un jugador más previsible y la labor de su defensor se ve facilitada.
De la misma forma que el Barcelona, los dirigentes del TAU buscaron una solución externa con el fichaje de Lionel Chalmers. El ex-base del AEK sólo ha podido jugar Euroliga, y básicamente su juego se ha basado en una intensa defensa y estorbar lo menos posible en ataque, subiendo la bola, marcando la jugada, pasándola y no interviniendo más en el juego. A la hora de la verdad, en el tercer partido del Playoff, Chalmers fue ignorado y Ukic fue el jugador que dio descanso a Prigioni.
Por lo tanto, el excelso juego del base argentino es un arma de doble filo, puesto que mientras que esté al 100%, se una garantía de que el equipo no se atascará en ataque y de que siempre se ejecutarán opciones correctas. Además Pablo se crece en los momentos importantes y será capaz de asumir la responsabilidad de cara al aro si como se prevé, sus líneas de pase son cortadas. Sin embargo, es posible que la dependencia de Prigioni se vuelva en contra del Baskonia en caso de que el cansancio haga acto de presencia en un jugador cuyas piernas ya levan muchos minutos de juego esta temporada.