El Caja Laboral arrancó con victoria su andadura por el playoff ante el Asefa Estudiantes con una victoria por 92-76, la cual la amarró gracias al MVP Tiago Splitter, la buena circulación ofensiva y el extraordinario acierto desde 6,25, firmando un 17 de 32 en triples. Aún así el equipo colegial no se rindió y lo intentó hasta que quedaban dos minutos y medio, pero el Baskonia supo matar el partido, como no, desde el arco.
Desde el principio todo parecía que iba a favor de los vitorianos, irrumpiendo en la pista de forma contundente para firmar un inmaculado 13-0 basado en un perfecto San Emeterio. Pero si algo tiene el Estudiantes es que siempre es un equipo batallador y no iba a dejarse ir tan pronto y no presentar lucha en algo – los playoff- que tanto sufrimiento y tantos años les ha costado conseguir. Siempre ha sido un territorio natural para ellos.
Ahí Casimiro mostró sus cartas, jugando siempre mucho con sus jugadores de pintura, ofreciendo un mix extraordinario, en el que algunos de sus postes juegan de cara y sus exteriores juegan en pintura. Así y con unos inspirados Popovic – arrancaba con un 5 de 5 en prácticamente cinco acciones seguidas – y Germán Gabriel, volteaban el luminoso para dominar por 4 puntos en el segundo cuarto.
A pesar de esto, Tiago Splitter se mostraba inconmensurable, dejando patente el porqué de su elección como mejor jugador de la liga. El Estudiantes siempre defendiendo con una defensa muy cerrada, con constantes ayudas sobre el pívot brasileño y dejando mucho espacio para la circulación, sobre todo creando a través de Splitter, que leía el juego a las mil maravillas, para deslizar el balón rápidamente de mano a mano para fusilar desde lejos con la ayuda entre otros de un renacido Walter Herrmann.
Tras el descanso con 8 arriba los locales, Casimiro seguía buscando la clave para parar al juego vitoriano, lo intentaba todo con múltiples defensas alternativas, pero solo consiguió un intercambio de canastas, hasta que despertó Teletovic y anotó trece puntos prácticamente seguidos para poner 18 arriba a su equipo. Huertas dominaba el juego a su antojo, repartía juego y anotaba con fluidez.
En el arranca del último cuarto los del Ramiro intentaron poner resistencia, se encomendaron a su dominio del rebote y a un inspirado Caner-Medley para recortar la diferencia hasta ocho puntos con dos minutos y medio por jugar. Pero claro, ahí estaba el gran aliado de los vitorianos hoy, el triple, para dar serenidad a través de Pau Ribas y cerrar el partido.