El Manresa buscaba seguir con opciones de cara a la permanencia pero no empezó el partido de la mejor forma. No supieron salir de la presión en toda la pista que planteó el Fuenlabrada y perdieron varios balones en los saques. El Fuenla estaba estelar y con un excelente acierto exterior comenzaban el partido con un contundente 17-5. El equipo manresano no estaba nada acertado y terminó el cuarto con un paupérrimo 11% en tiros de dos y 20% en tiros de tres. Debajo de su canasta también concedía muchas oportunidades a los pocos fallos que cometía el Fuenla. Con un dos más uno de Robert Kuz seguido de una canasta de Feldeine la distancia llegaba a la veintena (27-7) al finalizar el primer cuarto. El partido se detenía debido a pequeños problemas con la mesa, y el Manresa volvió del parón un poco más acertado y con un triple de Hanga endosaba un parcial de 0-7 que obliga a pedir tiempo muerto a Trifón Poch. De algo sirvió, ya que el Fuenlabrada volvió a coger unas distancias cercanas a los veinte puntos pese al “bajón” ofensivo del segundo cuarto (38-21).

Leo Mainoldi, en su mejor versión de la temporada, anotaba un triple y posteriormente llegaba otro de Robert Kurz para poner la máxima (46-23). El Manresa lo intentaba con Asselin bajo los aros pero no conseguía que se notase en el marcador tras las rápidas contestaciones fuenlabreñas. La afición que abarrotaba el Fernando Martín disfrutaba de uno de los mejores partidos de la temporada donde estaban aportando todos los jugadores (56-30). La distancia de 26 puntos se mantuvo a falta de diez minutos (60-34). El equipo madrileño aprovechaba para sacar a los últimos jugadores de la rotación como Sergio Sánchez y Adrián Laso que fueron ovacionados por la afición, al igual que a Laviña, que pese a estar militando en Manresa contó con el apoyo de su antigua afición. Troy De Vries intentó maquillar el resultado tras la relajación del Fuenla, pero era demasiado tarde para desmontar el buen juego de lo locales (73-51).