La mala suerte volvía a cebarse en el Breogán con la lesión de Kinsey nada más comenzar el partido. Producto de la tensión del derbi y de todas la emociones que había hoy en el Pazo de los deportes de Lugo, el buen juego brillaba por su ausencia y más aún el acierto de cara al aro. Breogán comenzó mandando con un 8 a 2, ante un Obradoiro absolutamente incapaz de anotar. Llovet y Brodziansky aparecieron para acercar a los suyos, pero Vidal y Redivo ampliaban la ventaja. Un pírrico 16 a 9 era el marcador al final de estos 10 minutos con los visitantes presentando una tarjeta de 3 de 13 en tiros de campo.
 
En el segundo la tónica se mantenía. Obradoiro no antoaba más que por tiros libres, pero Breogán tampoco destacaba mucho más por su acierto y no se despegaba del todo en el marcador. Al final 31 a 18 ya que los visitantes iba a 9 puntos por cuarto. Solo Llovet y Brodziansky habían anotado en juego por Obra.
Tras el descanso parecía que iban a cambiar las cosas y veíamos tres triples seguidos, dos de Kostas y uno de Brown. Sumaba Jordan y Spires tambien anotaba de tres. Pero otra vez volvía a ralentizarse el marcador y Bregoán mantenía las ventajas con la buena aparición de Lofberg. Al final de estos 10 minutos se mantenían los 13 de ventaja.

 

Lofbert seguía acertando en el inicio del período decisivo a base de penetraciones, pero un 8 a 0 de Obradoiro metía a los visitantes en la pelea, con Kostas Vasileiadis asumiendo responsabilidad. Pero hoy tampoco era el día del griego y Sergi Vidal tomó los mandos del partido y conectando con Jordan consiguió que la victoria se quedara en Lugo.