Domingo de ramos. Un equipo vistoso se viene a la capital. Ese que huye de los bloqueos directos, tira como los ángeles y se pasa el balón como pocos. El equipo del alquimista. Las bajas en el paso blanco ponen las dudas a un enfrentamiento con el monte calvario de la Euroliga a la vuelta de la semana. Toda una serie de atributos para iniciar esta tradicional y tópica semana.
Y no por avisado sorprendía el inicio de partido visitante. Seis triples de Obra en el primer cuarto, jugando a lo que mejor saben para sacar colores a la defensa blanca. Entre Singler y Simons se marcaban un 11-17 de primeros seis minutos. Brodziansky subía, claro, con otro triple en un puntito la diferencia. Así, hasta que la batuta blanca de la Córdoba argentina comenzara a anotar y repartir para dejar el primer descosido en 20-22 del color de Santiago.
Felipe Reyes, uno que de procesiones sabe mucho, ponía por delante a su equipo de vuelta a las maderas del Wizink. Se ponía la cosa en modo francotirador y no había ataque que acabara cerquita del aro. Por aquel entonces ya habían intentado 34 triples entre los dos equipos, por sólo 19 intentos de dos. Brodziansky hacía dos triples en transición para volver a liderar desde Santiago y a Laso ya no le gustaba el andar de aquella procesión. Singler se acordaba de sus años en blanco para hacer su tercer triple y poner +6 de negro. Pero aún con 11 triples y un 45% de acierto, con una buena primera mitad y ese movimiento de balón tan precioso, Rudy hacía otro de esos triples sobre la bocina para dejar la pausa larga con ventaja local: 45-43.
Todo seguía viviéndose desde detrás de la línea oblicua con bombas de Simons, Thompkins y Rudy para un +5 de máxima ventaja local (51-46 min. 23). Se notaba la vuelta de tuercas tópica y típica de los terceros cuartos madridistas obligando a Moncho Fernández a escupir su mítica verborrea en el parón. Llull le prestaba desde la grada una mandarina a Rudy para subir la ventaja a 12. Se gustaba ahora Campazzo para repartir asistencias de las que salen en los resúmenes. Cinco puntos hasta entonces llevaban los gallegos en este cuarto y ocho hicieron en menos de un minuto para ponerse a diez y recuperar el tino de sus muñecas, evitando parciales ridículos, que no la desventaja en el partido (71-56).
¡A tablero también valen!#LigaEndesa
@MovistarPlus pic.twitter.com/asaqfb9hWd— Liga Endesa (@ACBCOM) 14 de abril de 2019
Arreglaba el base argentino del Madrid su mal inicio de partido, para anotar y repartir hasta el+20 local (76-56). Con Calathes y Pitino ya en la mente de todas y todos, comenzaba Laso a guardar ropa y a meter minutos en el basurero de la intrascendencia. Acababa el partido el equipo blanco con un quinteto de rotaciones de final de banquillo, pero aun así, recuperaba la máxima ventaja (89-66) con un Obra rendido ya al calvario de una segunda parte de 27 puntos. Yusta lo dejaba todo en la máxima ventaja con, como no, otro triple para el 94-70 final. Todo un vendaval para esta tradicional y tópica semana.