UCAM recuperó esta semana parte de su autoestima al derrotar al Sidigas Avellino en la Basketball Champions League; los murcianos continúan líderes en la competición europea. La victoria debía dar cierto margen de confianza a los de Javier Juárez, que brillaron en defensa para frenar en seco al temido Norris Cole.
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Sin embargo, fue el cuadro lucense el primero en ganar la canasta rival. El buen hacer en la pintura de Volodymyr Gerun y los puntos de Alec Brown destapaban las carencias de los pimentoneros (10-15). Milton Doyle se encargaría de rescatar momentáneamente el sistema ofensivo de los suyos. Ni siquiera su lectura de juego, siempre un paso por delante de la del resto, pudo conectar a los pívots locales con el partido. El escolta norteamericano retrasó su guion hasta el 6.75 y consiguió por fin abrir la barrera gallega. La intensidad de sus compañeros creció entonces hasta cerrar la herida abierta por Löfberg durante el primer cuarto (19-19).
Las ayudas de Marcos Delía destacaron en ese escenario; el argentino cerró con ahínco su zona y tuvo tiempo para acertar en pista contraria (29-23). Breogán aprovecharía su descanso y el desorden que Askia Booker genera en el ataque murciano para equilibrar el encuentro con un parcial de 0-8. El frío e irregular intercambio de golpes dejaba el choque abierto de cara a la segunda mitad (36-37).
En la reanudación, Johan Löfberg comprometería de nuevo las aspiraciones locales. El escolta nórdico aumentó su rango de tiro a lo largo del duelo y por un instante desestabilizó los cimientos de la aguerrida defensa de Juárez (36-44).
Nada más lejos de la realidad. Murcia iba a despertar definitivamente. La garra de Ovie Soko y Sadiel Rojas abanderaron un parcial de 16-2 que encontró en la grada a su mejor aliado (52-46). Breogán era ahora el que se movía en el alambre. Su fe y la capacidad de Gerun para atacar el aro en penetración le permitieron llegar con opciones al último periodo (56-53).
Las armas de ambos conjuntos seguirían vigentes en el desenlace. Löfberg se esforzaba una y otra vez por apaciguar los estirones murcianos (66-60). Cada vez más solo, el sueco fue la última torre en pie ante el portentoso físico de los universitarios. Booker conectó con la pelea de Delía y brilló por primera vez como anfitrión en Liga Endesa. Más allá de su mejorable dirección, el base de Inglewood enfiló el camino directo hacia la canasta rival y sirvió en bandeja el triunfo de UCAM Murcia. Doyle cerró el choque como lo había iniciado, sus flechas desde más allá del arco son siempre oportunas (76-64).