Real Madrid y Morabanc Andorra se medían las caras en uno de los encuentros de la jornada. El cuadro de Pablo Lasso buscaba mantenerse al frente de la clasificación. Para ello, tendría que aumentar su racha de seis victorias consecutivas sumando Liga Endesa y Euroliga. En frente, Morabanc Andorra marchaba séptimo antes del inicio del partido. Tras su última derrota frente a Iberostar Tenerife, pretendían sacudirse de las malas sensaciones cosechadas en su propia cancha. Con el top 16 de la Eurocup en el bolsillo, era turno de buscar la clasificación para la Copa del Rey de Málaga.

Al inicio del partido, Andorra comenzó llevando la batuta anotadora. Con un parcial de 6-9, los de Ibon Navarro dejaron claras sus intenciones de dar la sorpresa. El tiempo transcurría y la sequía anotadora cada vez se hacía más prolongada. A falta de cuatro minutos para el final, el conjunto blanco comenzó con la tremenda efectividad en ataque que sería constante a lo largo de todo el partido. Un demoledor parcial de 17-2 frenaba en seco el buen comienzo de los andorranos, que vieron como sus rivales dominaron con contundencia a ambos lados de la cancha. Walter Tavares dejó buena muestra de su calidad, quedándose a las puertas de hacer un doble-doble en un solo cuarto. Facu Campazzo se encargó de cerrar el cuarto con un triple sobre la bocina que le daba a los suyos una ventaja de 12 puntos para poner el definitivo 24-12.

El segundo cuarto iniciaba con un triple de Trey Thompkins, el tercero del conjunto blanco hasta ese momento, para poner una diferencia de más 15. Jeff Taylor, con cinco puntos consecutivos, dejaría la diferencia en 20 puntos con tan solo dos minutos transcurridos. Salah Mehri, campeón de la Euroliga con el Real Madrid, hacía su debut liguero con el conjunto blanco para volver a la que fue su casa tras su paso por los Dallas Mavericks. Los puntos seguían llegando sin mayor dificultad para los de Pablo Lasso, que en menos de la mitad del cuarto ya mandaban por 37-12. Andorra tenía serias dificultades para anotar, lo que derivó en un 11% en triples. Además, sus problemas en el apartado reboteador le impedían anotar en segundas oportunidades, algo de lo supieron aprovecharse los blancos, que impusieron su criterio estableciendo una diferencia de 24-9 en rebotes. La primera canasta de Morabanc llegaría a los cinco primeros minutos del cuarto. Para entonces, el parcial ya era de 12-2, aunque Rudy Fernández se encargó de ampliarlo hasta el 16-2. El showtime de los locales era más que evidente. Jeff Taylor hizo de las suyas levantando los aplausos del público con un gran mate a una mano. Al término del segundo cuarto, el partido parecía más que decidido, con un marcador de 50-14. El parcial de 26-2 durante los diez minutos hacía que Andorra ansiase el descanso de un modo clamoroso. 

El paso por vestuarios fue un soplo de aire fresco para Andorra, que comenzó el tercer cuarto con un parcial de 1-4. En menos de dos minutos ya habían anotado más puntos que en todo el segundo cuarto. Un jovencísimo Usman Garuba dejó algunas muestras de su calidad durante los minutos que estuvo en cancha. Jelínek y Musli fueron los principales valuartes en ataque para los suyos, pero la racha de 6-10 no parecía ser suficiente. El Real Madrid respondía sin mayor dificultad a cada una de las embestidas que los de Ibon Navarro llevaban a cabo. David Walker, con cinco puntos, intentó iniciar una nueva racha anotadora para su equipo, que consiguieron reducir la diferencia poniendo un 61-29 en el marcador. Pero la facilidad anotadora de los blancos era un gran impedimento para que tuviese lugar una de las remontadas de la temporada. En lugar de eso, la diferencia de 30 puntos parecía fija en el marcador. Thompkins, con 12 puntos desde el banquillo, superaba en anotación a todo el banquillo de Andorra, que había anotado tan solo 11 puntos hasta entonces. Al final del tercero cuarto, el resultado era de 70-37 para los locales, fiel reflejo del dominio que se vivía en la cancha.

El último cuarto terminó de confirmar lo que durante todo el encuentro parecía una realidad a voces. A pesar de la ventaja anotadora de los visitantes, la diferencia en el marcador era ya insalvable. La frustación de Morabanc Andorra se reflejó en Nacho Llovet, quién fruto de lo vivido en la cancha, fue expulsado por doble técnica cuando más le necesitaba su equipo. Con gran parte de los titulares descansando durante todo el cuarto, el Real Madrid no bajó el pie del acelerador. A falta de seis minutos para el final, el resultado era de 79-47. Las facilidades que tenían para anotar no desaparecieron en ninguna fase del partido, pese a los intentos de Ibon Navarro por corregir los errores defensivos de los suyos. Dos triples consecutivos del serbio Dejan Todorovic parecían darle algo de emoción al encuentro. Con un parcial de 11-21, consiguieron maquillar el resultado y llegar a los 60 puntos. El último partido del año en el Wizink Center dejó un cómodo triunfo más para los suyos, que consiguió imponerse a su rival por 91-60.