Nuevo partido sin historia en Vistalegre. El conjunto colegial, apenas sin despeinarse, hizo trizas a un Caja San Fernando que adoleció de importantes carencias en la dirección del juego y el juego interior, apoyándose exclusivamente en la buena, pero estéril, labor de sus aleros Cazorla, Slanina y Pérez. Frente a ellos, excelente la tripleta de bases Azofra, Brewer, Miso(este último excelente en su juego de escolta) que prácticamente anotaron todo lo que lanzaron a canasta.
Poco hay que contar en esta aburrida y calurosa mañana de domingo en la que, salvo cinco minutos en el tercer cuarto en el que los sevillanos conseguían acercarse a diez puntos, Estudiantes ha protagonizado un monólogo ente la desesperación de los de Aranzana.
Los primeros veinte minutos se caracterizaron por el espectacular acierto en lanzamiento exterior de los colegiales, que les aupaba a un espectacular 53-34 al descanso, con Adam Keefe como jugador más destacado, complementando a la perfección a los tres bases ya citados.
Tras el descanso, los de Aranzana lanzarían el último órdago. Parapetados tras una defensa infernal y apoyados en la tripleta Slanina, Cazorla, Pérez (prescindiendo de un base puro debido al mal encuentro de Cherry y Santangelo), los sevillanos conseguían recortar la diferencia a únicamente diez puntos, espejismo previo al aluvión colegial que llevaría el luminoso de nuevo a una diferencia de 19 puntos al final del tercer cuarto.
Con esto ya sólo faltaba esperar a que los colegiados decretaran el final de un encuentro al que sobraron, al menos, quince minutos y que fue dominado por un Adecco Estudiantes que, si no llega a ser por sus dos tropezones ante Granada y Fórum, ya sería tercero por méritos propios.
La clave del partido: la insultante superioridad de los bases colegiales, el mayor acierto en el tiro exterior y la superioridad de los postes. Es decir, Estudiantes fue mejor en todo.
El mejor del partido: un jugador que no suele destacar en números, pero al que deberían multiplicar la valoración por 1,5 en cada partido por todos los intangibles que aporta. Adam Keefe se ha convertido en el líder de la defensa colegial, un líbero que llega a todos lados, que cubre la zona como nadie, que se desvive por robar balones, un modelo de entrega, clase e inteligencia. Y, además, le empiezan a funcionar las cosas en ataque. Si miran las estadísticas se impresionarán por los veinte puntos y catorce rebotes de Felipe, pero la carga de intangibles de Keefe ha sido espectacular. Galardón compartido para ambos.