Redacción, 6 Oct. 2002 – Se esperaba con mucha expectación el regreso de Fabricio Oberto y Dejan Tomasevic a Vitoria. Ambos jugadores, pareja interior titular del TAU campeón de liga, se presentaban por primera vez en el Buesa Arena con una camiseta diferente a la vasca. Recibidos con aplausos (y algún tímido silbido) por la afición baskonista, tanto el argentino como el yugoslavo resultaron claves en la victoria valenciana. El dominio total y absoluto que los hombres de Olmos ejercieron debajo de los aros no tuvo respuesta por parte de un TAU al que aún le queda mucho por mejorar. Los alaveses aguantaron 3 cuartos gracias a la garra y acierto de Scola y Nocioni, hundiéndose en el último periodo. En el bando visitante destacaron también Paraíso y Hopkins, ambos saliendo desde el banquillo.
El Pamesa demostró desde el pitido inicial que es un equipo muy diferente al que quedó eliminado ante este mismo rival en el playoff cuartos de final. La llegada de los argentinos Kammerichs y Oberto, junto a la presencia en el puesto de 5 de un Tomasevic ya plenamente adaptado al baloncesto ACB, dota a los de Olmos de una solidez de la que carecían el año pasado. Sólo contemplar el banquillo valenciano, en el que se sientan hombres que eran titulares el año pasado como Paraíso y Hopkins, dan una idea del potencial ché.
Oberto, con 8 puntos y 5 rebotes en el primer cuarto, lideró las primeras ventajas visitantes. Su acierto y la compenetración que mantiene con Tomasevic hicieron recordar con nostalgia a la afición vitoriana las gestas pasadas de este dúo. Los de Ivanovic mostraban graves carencias en su juego interior, dadas las limitaciones de Bilba (en ataque) y Mottola (en defensa). Las faltas del finlandés y la necesidad de centímetros propiciaron el debut en el Buesa Arena de Rashard Griffith. Aún sin estar al 100%, el gigante norteamericano cambió la cara del partido en el segundo cuarto. Su presencia en la pintura permitió a los de Ivanovic nivelar fuerzas, mientras que Nocioni se convertiría en el estilete ofensivo que los locales necesitaban.
Tras unos primeros 20 minutos igualados (38-41), el TAU disfrutó de sus mejores momentos en el tercer cuarto. Apoyados en los puntos de la pareja argentina y en la intimidación de Griffith, los alaveses tomaron hasta seis puntos de ventaja, dando la sensación de haber tomado el control del partido. Nada más lejos de la realidad. A pesar de no poder contar con Oberto, con cuatro faltas, los de Olmos aprovecharon su superioridad en el rebote -23 ofensivos, por 22 totales del TAU- para recuperar el mando.
El último cuarto significó la debacle vitoriana. Tomasevic, sensacional repartiendo juego, se erigió en dominador absoluto del partido. Los suplentes Paraíso (17 puntos en 21 minutos) y Hopkins (18 en 27) fueron sus mejores escuderos. Los vascos, agotado el recurso argentino, se hundieron presa de sus propias limitaciones. Hasta Dusko Ivanovic, siempre inquieto en el banquillo, se mostró más relajado que de costumbre permaneciendo sentado durante muchos minutos del último cuarto. La ventaja final, 18 puntos, fue la justa recompensa para un Pamesa muy superior. Como dato anecdótico, señalar el debut en ACB del último fichaje baskonista, Palladino. El alero argentino disfrutó de algo más de dos minutos en los que anotó 2 puntos.