Una parte para cada equipo y final de infarto decantado hacia el lado local gracias a la mayor frialdad y acierto alicantinos en los últimos segundos. Perasovic, con 21 puntos en la 2ª mitad, y los fallos de los pívots gallegos, fundamentales para la remontada.
RESULTADO: LUCENTUM ALICANTE 89 – LECHE RÍO BREOGÁN DE LUGO 85
FICHA TÉCNICA
LUCENTUM ALICANTE (18+22+24+25): Prigioni (14), Perasovic (23), Ambrassa (-), Junyent (14), Manu Gómez (-) -equipo inicial-, Millera (1), Santana (-), López Valera (-), Héctor García (21), Víctor Baldo (4), Lou Roe (12).
LECHE RÍO BREOGÁN DE LUGO (23+25+14+23): Javi Rodríguez (16), Devin Davis (14), Sanmartín (18), Racca (5), Rubén Garcés (12) -equipo inicial-, Alfons Albert (-), Joseph Gomis (9), Nacho Biota (3), González (8).
Árbitros: Mitjana, Martínez J., Martínez Díez. Eliminados: Manu Gómez (39′), Oriol Junyent (36′), Víctor Baldo (40′) y Lou Roe (34′) por Lucentum, y Javi Rodríguez (40′), Sanmartín (38′) y González (37′) por Breogán.
13/10/2002 12h30 – Centro de Tecnificación de Alicante. 23ºC. Asist: 4.337 espectadores.
CRÓNICA
Luminoso y azul día en Alicante, unos 23ºC, con floja asistencia de espectadores: 4.337 almas dispuestas a conocer al nuevo fichaje del Lucentum, Lou Roe, y sobre todo ver la primera victoria de su equipo. En realidad, ambos equipos venían a intentar reconocer a su primera víctima, y a mejorar la mala imagen ofrecida en las primeras jornadas.
Empezó el partido con malas defensas y muchas oportunidades para segundos, terceros y enésimos intentos. Por parte de Breogán, César Sanmartín quedaba siempre solo por la expresa defensa que Lucentum hacía sobre Jorge Racca y Devin Davis; fruto de esto fueron los 12 puntos iniciales consecutivos del catalán, que fueron 16 al final del primer cuarto. Julio Lamas, entrenador local, no conseguía romper el ritmo y sólo el acierto desde la línea de 3 puntos de Héctor García (4 de 4 triples) mantenía a su equipo dentro del partido, 18-23 al final del primer cuarto. Ni siquiera el debutante Lou Roe, pese a su interés, conseguía romper el ritmo al estar claramente fuera de forma y coordinación con sus compañeros.
En el segundo cuarto, más de lo mismo. Llegada la mitad de este cuarto, Julio Lamas se dio cuenta de que podía írsele el partido y en el carrusel de cambios intentó mantener a todos los titulares posibles en cancha, salvo a Perasovic, que a esas alturas llevaba un triste 1 de 4 en tiros de campo, y 3 pérdidas. El errático arbitraje pitaba personales y violaciones que nadie más veía, incluso contradiciéndose entre sí. Terminó el primer tiempo con un 40-48 que certificaba el mal juego local.
De los significados de la palabra bronca
En Argentina, bronca es un sustantivo que se asigna a una persona y tenerla significa estar enfadado. Sin duda Julio Lamas tenía bronca con sus jugadores por permitir 34 tiros y 48 puntos en esa primera mitad. Pero en España llamamos bronca al habitual monólogo posterior fruto de ese mismo enfado, y está bastante claro que los jugadores del Lucentum recibieron una y la entendieron bien. El base de Breogán Javi Rodríguez anotó un triple y con esa máxima ventaja 42-51, se acabó el equipo gallego.
En menos de 6 minutos Lucentum logró empatar (58-58 a falta de 3′) y justo después, uno de los mejores del cuadro local, el internacional Oriol Junyent, cometió la 4ª falta personal. En plena remontada Lou Roe se había ido al banco por la misma razón, y momentos después, el 3er pívot, Víctor Baldo, también se ponía al borde de la eliminación. De hecho, el equipo gallego conseguía penetrar y tirar cómodo, pero inexplicablemente fallaban una y otra vez bajo canasta. Lucentum cerró filas en zona 2-3, para proteger a sus pívots y también la sangría de rebotes ofensivos, 24 al final por sólo 15 defensivos. El tercer cuarto finalizó con 64-62 tras 11 puntos de un renacido Perasovic y el ruido de los espectadores.
Empezó el último cuarto con un parcial de 2-6 para los gallegos gracias a un acelerón de Joseph Gomis, pero estaba claro que la zona y el veloz back-court alicantino (Prigioni, Héctor García y Perasovic) tenía manos suficientes para robar balones y armar contraataques en abrir y cerrar de ojos. Por el camino quedaron eliminados los 4 pívots y hubo varias decisiones arbitrales muy discutidas, señalando primero una cosa y luego su contraria, pero la decoración no cambió mucho. Breogán penetraba y fallaba, o tiraba de lejos y seguía fallando, y Lucentum afinaba puntería.
Final de infarto
Así fue variando el marcador hasta llegar a un casi definitivo 85-77 (máxima diferencia alicantina) a un minuto del final. En este punto apareció el nerviosismo en el lado local: cometió una falta innecesaria de dos más uno, falló Héctor su primer triple de la mañana y Prigioni no apuró una posesión, lo que todo junto provocó un empate a 85 a falta de 10 segundos. Breogán estuvo entonces más nervioso aún, cuando Devin Davis, muy fallón toda la mañana, provocó una falta impropia de su experiencia. Pablo Prigioni falló uno de los libres lo que ponía un 86-85, bola para Breogán en pista propia con 2,9 segundos por disputar, e imposibilitaba al Lucentum a forzar una falta.
Y entonces Breogán sucumbió a los nervios y tiró el partido. No sacó en 5 segundos (y lo hizo pisando la línea de banda), Andreu Casadevall forzó una técnica al banco y cometieron una última falta. Todo ello, sin mover el reloj de esos 3 segundos. Cuatro tiros y banda que Perasovic dejó en el 89-85 final, para delirio de la afición alicantina al filo del almuerzo.
Lamas: "Es un triunfo muy importante para nosotros"
El técnico alicantino estaba muy satisfecho por la remontada y el triunfo: "Ha sido un triunfo muy importante para nosotros. Esta victoria se ha debido a que el equipo nunca ha bajado los brazos, sobre todo cuando el Breogán manejaba el partido en la primera parte." Sobre las bajas y lesiones, afirmó: "No puedo contar con Williams y Maluenda, Millera no estaba hoy en condiciones de jugar, y Roe llegó ayer. El partido lo pudo ganar cualquier equipo."
Casadevall: "No hemos estado lúcidos en los momentos finales"
El ex técnico alicantino y ahora en Breogán, Andreu Casadevall, se mostraba decepcionado por la derrota: "En el último cuarto hemos dejado entrar en el partido a Perasovic, y eso es muy peligroso. A Héctor García también le hemos dejado hacer demasiadas cosas y eso ha sido determinante. Cuando el equipo contrario nos iguala en el marcador parece que se ha acabado el mundo y eso nos hace cometer errores con demasiada frecuencia, no hemos estado lúcidos en los momentos finales."
LA CLAVE: La frialdad alicantina en los últimos segundos, y la falta de acierto de los pívots gallegos pese a disponer de multitud de opciones.
LA FIGURA: Los bajitos alicantinos: Perasovic, Prigioni y Héctor García, que desequilibraron el partido con continuos robos de balón y contragolpes.