Los espectadores asistentes al Palacio Vistalegre tuvieron la oportunidad de alargar su siesta durante hora y media más en un encuentro en el que el conjunto colegial no tuvo contrincante en un débil Aunacable, que sigue perdiendo fuera lo que gana en casa.

Desde el primer minuto se pudo ver la absoluta superioridad de los colegiales, quedando como únicos intereses el comprobar si Felipe Reyes volvería a hacer las dobles figuras (19 puntos y 8 rebotes finalmente) y ver si los de Pepu Hernández llegarían a los cien puntos, lo que no tampoco se llegaría a conseguir.

Con esta victoria, los colegiales se mantienen una semana más en la lucha en lo más alto de la tabla mientras que los canarios no consiguen salir de esa peligrosa zona media-baja.

Lo más reseñable de este aburrido partido fue la vuelta al feudo estudiantil, tras ocho años en el primer equipo y veinte en Estudiantes, de Gonzalo Martínez, excelentemente recibido por la Demencia. El antiguo base estudiantil, un jugador de inmensa calidad e inteligencia al que sólo las lesiones han privado de una carrera espectacular, hizo un buen partido pero no fue acompañado por sus compañeros, que no opusieron ninguna resistencia a los de Pepu Hernández que, jugando a medio gas, no quisieron hacer demasiada sangre en un conjunto canario que se mostró demasiado fácil.

Mejor jugador: Carlos Jiménez

El alero internacional se mostró bastante recuperado de su lesión y realizó un gran partido. Completo en defensa y en ataque, fue el que más destacó en este partido sin historia.

La clave del partido: frenar el juego exterior canario

En un partido tan diáfano es difícil encontrar una sola clave que justifique una diferencia tan grande en el marcador. Quizá la más destacable fue el buen trabajo colegial sobre los hombres exteriores, que cegó a los artilleros canarios y dejó cojo el ataque de los de Pedro Martínez. El resto ya fue coser y cantar.