Había esperanza y finalmente habrá vida. Ha costado pero, tras intensos días de negociaciones en los que algunas partes llegaron a dar el asunto por imposible, el Real Betis se hará cargo del Baloncesto Sevilla. Llega un acuerdo in extremis, con la sombra de una votación por la liquidación de la entidad siempre presente, que permite la continuidad del club de baloncesto. Sevilla puede decir que, al menos por el momento, seguirá siendo plaza ACB.
La mañana ha sido larga. Ayer se conseguía el visto bueno de La Caixa para la oferta del Betis y hoy, a última hora de la mañana, cuando las dos partes acudían a la notaría para formalizar la venta, saltaban las alarmas. Justo cuando parecía que los numerosos movimientos del presidente Fernando Moral por mantener el club a flote llegaban a buen puerto, todo se estancaba. El Betis no estaba capacitado como tal para adquirir el Baloncesto Sevilla, ya que nos encontraríamos con una Sociedad Anónima Deportiva asumiendo la mayoría de acciones de otra SAD, y para ello decidió recurrir a una empresa de su presidente, Ángel Haro, como intermediaria. Ésta, al pertenecer al sector de la energía, hacía saltar el veto de Endesa, patrocinador exclusivo de la ACB, ya que según el contrato que firmó con la liga se impedía la entrada de empresas competidoras. Finalmente se ha resuelto con "mucha generosidad" por parte de Endesa que han querido agradecer todas las partes implicadas.
Era el último punto de giro de un proceso que por momentos ha llegado a ser surrealista. Con el visto bueno de La Caixa para contribuir al presupuesto un año más y seguir patrocinando en una posición secundaria, pero con una cantidad considerable, otros cuatro, llegaba la pregunta: ¿nadie había visto venir el problema tras semanas de negociación? De ahí que se alargara la junta de accionistas mientras se buscaba el acuerdo ahora con Endesa. Finalmente Endesa ha dado el visto bueno a la operación, aunque no se han adelantado pocos detalles. De momento, el principal: el Betis pondrá su marca al servicio del proyecto y por tanto sus colores. A falta de nombre oficial, toda la mañana ha sonado Betis Energía Plus.

Durante la tarde se ha ofrecido una rueda de prensa para explicar el transcurso de un día "complejo, intenso", en palabras de Juan Espadas, alcalde de Sevilla. Desde Caixabank han explicado que asumirán la totalidad del presupuesto de la temporada 2016-17 y que permanecerán otros cuatro años como patrocinador con una aportación importante, mientras que Energía Plus asume sus acciones sin vocación de quedarse y dejando esa decisión en manos del Real Betis, aunque comprometiéndose a otro patrocinio por cinco años. Precisamente era ésta una de las demandas del banco, la participación activa en el presupuesto, aunque no ha trascendido la cuantía ni dimensión de su aportación. El Real Betis se compromete por su parte a asumir estas acciones integrando el club como sección de baloncesto, aunque esta decisión está en manos de sus accionistas.

Ángel Haro se ha pronunciado sobre otro debate, uno de los primeros que surgió nada más aparecer el nombre del Betis: el papel del aficionado sevillista. Poniendo siempre por delante que "era esto o nada", y que el Betis no podía poner más que su parte mientras que otros clubes -clara alusión al Sevilla F.C.- se habían mantenido aparte, ha dicho primero que su voluntad era "que el socio histórico del Caja siga con nosotros", aunque después ha invitado a los béticos a llenar San Pablo con sus colores y banderas al grito de "¡Betis, Betis, Betis!". Ahondando después en estas palabras, ha añadido que probablemente serán más los aficionados que lleguen con la marca del Betis que los que se marchen.