El Madrid debutaba este jueves ante los suyos y, para empezar, apuros, nervios y tensión. No, el equipo de Plaza no carbura del todo bien. Eso sí, es pronto aún y ya se ven algunos síntomas de mejora. Sin embargo, es demasiado sencillo hacer comparaciones con los inicios ligueros de 2006 y 2007, cuando los blancos daban muestras de solidez y seguridad. En este nuevo curso, todavía no se ha visto nada de eso. En el primer partido, paliza del Unicaja y hoy, sufrimiento. Salvo el 2-0 con el que abrió el partido, el Madrid se pasó la mayor parte de la noche a remolque de un Granada muy serio y que creyó durante muchos minutos que podía sacar petróleo de Vistalegre. No le faltó razón al conjunto andaluz, donde brilló al principio Hunter, muy acertado desde los triples, para luego dar el relevo a Gutiérrez, que se fue hasta los 25 puntos en una de sus mejores actuaciones con el cuadro nazarí. Borchardt, mientras, hacía daño por momentos en la zona y el Granada manejaba el partido con ventajas que oscilaban los diez puntos. Por cierto, Gianella de nuevo excelente en la dirección.
Plaza buscó entonces meterse en el encuentro y el Madrid ajustó la defensa. Pero le costaba demasiado alcanzar a su rival. Al descanso, 42-47. Al finalizar el tercer cuarto, 58-59. No obstante, el Madrid ya había logrado ponerse en ese parcial algunos minutos por delante. El asalto final fue para el los locales, donde algunos de sus jugadores que deben ser referencia exterior rayaron a un buen nivel, como Hosley. El norteamericano ejerció de lo que parece ser que es, un anotador, para irse a los 17 puntos con un buen porcentaje de aciertos. ¿Papadopoulos? Más bien apagado, en la tónica del año pasado. Tomas, titular, estuvo voluntarioso pero desacertado.
El equipo capitaneado por Reyes, de nuevo colosal con 22 puntos y 13 rebotes para una valoración total de 34 puntos, no acabó de rematar el choque y se vio inmerso en unos últimos minutos complicados, con el Granada al acecho (67-65, 75-73 y 77-76). Llul, que jugó los momentos decisivos, y Pepe Sánchez se situaron al timón en un intento de Plaza por administrar bien las posesiones finales. Y lo consiguió. El base argentino, 0 puntos hasta los últimos instantes, anotó dos tiros libres y una suspensión para amarrar la victoria. La primera de la temporada