El UCAM Murcia CB no ha podido alcanzar la victoria frente al Iberostar Tenerife en la pista del Pabellón Santiago Martín, donde el combinado dirigido por Fotis Katsikaris jamás ha ganado. Pese a esto se trató de un encuentro especial por diferentes motivos: a los visitantes le quedaban opciones para hacerse un hueco en la Copa del Rey; se trataba del último encuentro de Augusto Lima con la elástica murciana; se produjeron momentos de reencuentros entre los jugadores de la Selección Argentina y amigos Nico Richotti y Facu Campazzo, o el de Rodrigo San Miguel y Blagota Sekulic con su exequipo; y el base del conjunto murciano Carlos Cabezas alcanzó sus 500 partidos en Liga Endesa.
Precisamente ese último aspecto es uno de los más destacados de la 17ª jornada de la máxima categoría del baloncesto español. "He tenido una carrera amplia, llena de recuerdos y de éxitos. Debuté en el Palau Blaugrana contra el FCB Basket gracias a Bozidar Maljkovic, que era el entrenador en ese momento. En ese partido conseguí 100% en tiros de dos. Cumplir esta cifra en Murcia es una gran alegría, rodeado de compañeros y personas que me quieren. Me queda cuerda para rato. El baloncesto es de rachas. Lo importante es que me respeten las lesiones y que siga teniendo ilusión por jugar. Mientras me encuentre con salud y con ganas, seguiré", afirmó el jugador en la rueda de prensa antes de viajar con destino a Tenerife.
Tras haber alcanzado la notable cifra de 500 encuentros en la competición española, Cabezas entra en el selecto grupo de jugadores en activo que han llegado a ella, además de ocupar la 29ª posición en el ranking histórico de baloncestistas con más partidos, una clasificación dominada por Rafa Jofresa con 756 partidos.

Siendo uno de los miembros de la generación de oro del baloncesto español, el jugador malagueño se instruyó en las filas del Unicaja y debutó con el primer equipo en la Liga Endesa en la temporada 1999/2000. Permaneció en el conjunto de su tierra nueve campañas, hasta que decidió vivir una nueva etapa fuera compitiendo con el Khimki ruso -donde curiosamente compartió vestuario con otro español, Raül López-. Al año siguiente retornó a la competición jugando dos años en Zaragoza, un año en Vitoria, otro en Fuenlabrada y en la actualidad vive su segundo ejercicio en Murcia. Cabezas puede presumir de haber sido campeón de la Copa del Rey en 2005 y de la Liga Endesa el año posterior -en ambos casos con el Unicaja-. En su paso en la competición ha registrado un promedio de 7.9 puntos, 2.2 asistencias y 1.8 rebotes para alcanzar un crédito de valoración de 8.4 puntos. Cabe destacar que fue uno de los artífices de que España obtuviese el oro en el Mundial de Japón de 2006.
En el partido disputado el pabellón Santiago Martín se encontraban los padres de Carlos Cabezas, que no dudaron en viajar hasta Tenerife para no perderse la hazaña de su hijo y el interesante partido que se disputaría. Antes de que comenzara el encuentro Solobasket pudo hablar con el padre del base, quien le introdujo en el mundo del baloncesto y quien ha sido su gran referencia.

Carlos Cabezas Gonella recuerda con cariño su etapa como jugador, guardando con un especial afecto cuando formaba parte del Oximesa Granada y viajaba hasta las denominadas Islas Afortunadas para competir: "Venir a Tenerife y Gran Canaria a jugar era una maravilla. Estábamos esperando todo el año para venir a jugar aquí porque nos lo pasábamos muy bien y los recuerdos son imborrables con jugadores como Carmelo Cabrera, Eddie Phillips, Salva Díez, Manolo de las Casas, Germán González, Pedro Febles, Richy Bethencourt, Eduardo de la Rosa y demás. Me alegro mucho de que las Islas Canarias tengan equipos en la máxima división y que, además, lo están haciendo muy bien".
Mientras tenía enfrente a su hijo realizando los últimos estiramientos junto a sus compañeros para medirse el conjunto aurinegro, explicó con una sonrisa cómo su retoño se inició en el deporte: "Empezó desde muy pequeñito. Cuando yo jugaba me acompañaba a algunos entrenamientos. Prácticamente se ha criado en las canchas de baloncesto. En aquella época un compañero americano que tenía en Granada, Larry Spincer, le trajo una pelota pequeñita Spalding y una canasta de la Universidad de Memphis. Tuvo la suerte de tener a un gran americano cerca mío que dominaba mucho el balón y que lo pasaba con cuatro o cinco añitos, eso le metió el gusanillo de estar todo el día con la pelota".
Cuestionado por los consejos que le ha tratado dar basándose en su propia experiencia como indicó: "Todo lo que uno fue aprendiendo en las canchas y todo los errores que ha cometido uno trata de mejorarlos en sus hijos. Y así salió, ha sido un chico que ha escuchado mucho a su padre, a los entrenadores y -por suerte- ha salido un jugador muy bueno y ejemplar en la parte deportiva, también con los compañeros, árbitros, etc. que es lo que más me enorgullece".
Dentro de las pistas dejó patente con claridad cuáles son los aspectos que más destacaría de su hijo: "Es un jugador completo, que es lo que siempre soñé. Yo no tuve la suerte de pequeño de poder haberme dedicado al baloncesto como él pudo. En el Unicaja tuvo unas divisiones inferiores maravillosas que lo terminaron de pulir y encaminar. Es un jugador de baloncesto generoso y defensivo. Lo que más me llena de satisfacción es que es muy buena persona y que todo el mundo me felicita no sólo por su faceta como jugador sino también por cómo es en persona".
Carlos Cabezas siente alegría por todo lo que ha logrado su hijo hasta el momento: "No sólo estoy orgulloso de los 500 partidos de la ACB sino de todos los triunfos que nos ha dado y todas las alegrías que le ha dado a la familia, a España con la selección y a los clubes con los que ha jugado. Es todo lo que cualquier padre soñaría. De su carrera es el mejor momento de experiencia y saber estar en la pista. Físicamente los años son lo mismo, con 25 años era un torbellino y ahora se ha dedicado a jugar más con experiencia para aportar al equipo su veteranía y saber estar en la pista".

Se han cumplido diez años de la conquista de la Selección de la medalla de oro en el Mundial de Japón de 2006, en el que el base pudo ser uno de los afortunados que se la colgaron en el cuello. Estuvo arropado por su familia para compartir uno de los hitos más importantes del baloncesto en nuestro país, su padre rememoró al respecto: "Fue una maravilla. Los padres fuimos invitados por la Federación y vivimos un momento histórico lleno de instantes inolvidables. Nos dieron recuerdos para la historia y haber convivido aquello es inolvidable. Amigos míos dicen que ha heredado de mí el orgullo por ganar, el saber estar en la cancha y ser seguro. Yo creo que sí, todos los hijos heredan algo de sus padres y Carlos lo aporta. Como jugador me ha superado, yo no he sido un Campeón del Mundo, he sido anotador. Él es mucho más completo y fuerte".
A punto de comenzar el encuentro ante el Iberostar Tenerife, Carlos Cabeza padre valoró la presente temporada del equipo murciano: "Hemos tenido un calendario un poco difícil al principio, ahora hemos ganado algún partido más seguido, estamos peleando para entrar en la Copa pero si no llega no pasa nada. Hay que seguir mejorando con el entrenador nuevo a ver si nos podemos meter en los playoffs".