El Caja Laboral venció en el derby vasco ante el Lagun Aro Gipuzkoa, certificando así su pase para la Copa del Rey y apagando un poco más las aspiraciones de los donostiarras de entrar en el torneo del KO, en una situación similar a la que ya pasaron la temporada pasada.
En el Baskonia debutó Esteban Batista, reciente fichaje del equipo vitoriano, que dejó muy buenas sensaciones y que parece que va a tener bastante facilidad en adaptarse de nuevo a un equipo grande. El uruguayo fue referente en sus primeros minutos en cancha, cambiando el signo del partido con su entrada, ya que los donostiarras dominaban el partido hasta su incursión en cancha.
Hasta entonces ninguno de los dos equipos sabía a lo que jugaba, anotando de forma inconstante ante unas defensas que prácticamente no existían. La intensidad del partido era nula, aunque era el Lagun Aro, queriéndose resarcir de la clave derrota ante el Meridiano, el que más ganas ponía y adquiría sus primeras pequeñas rentas.
La aparición de Batista aportaba solidez a los vitorianos y con dos triples de Huertas, remontaban el partido para ya nunca volver a mirar atrás. Entre el segundo y el tercer cuarto disfrutaban de sus mejores minutos, tanto defensivos como ofensivos, aunque con mucha inestabilidad.
Así, los hoy visitantes, hacían la goma constantemente, ante un Lagun Aro cuyos referentes no aparecían por ningún lado, salvo un Andy Panko, que era el hombre multiusos y único hombre con ideas de cara al aro en un ataque que carecía de lógica.
La supremacía de Sow en la pintura –16 rebotes, 8 defensivos y 8 ofensivos- hacía que los guipuzcoanos no pisaran la pintura.
Diez puntos eran muy difíciles de remontar, pero en los últimos minutos a Panko se le sumaron Salgado y por fin Doblas, para aprovechar los altibajos azulgranas y para intentar meterles el gusanillo en el estomago. Pero entonces Ivanovic dispuso de la tripleta Oleson-Ribas-Logan, que certificaron la victoria vitoriana a pesar del arreón tardío del equipo de Pablo Laso.