El Caja Laboral ha sabido aprovechar el favor de sus vecinos – la victoria de esta mañana del Bizkaia Bilbao Basket ante el Real Madrid – para conseguir un margen de dos victorias a favor sobre el equipo merengue, que tal y como está la liga es un balón de oxigeno importante. Aún así, esto estuvo a punto de no suceder, porque el Power Electronics Valencia estuvo muy cerca de ser el único hasta al momento de ganar en el Buesa Arena y el único en ganarle los dos partidos esta temporada.
Los valencianos lo tuvieron en su mano, pero la mayor experiencia en choques de alto nivel se dejó notar sobre la pista vitoriana, cuando a falta de dos minutos y medio y después de un gran trabajo se vinieron abajo estrepitosamente para ver fulminada en un visto y no visto una ventaja de siete puntos que parecía que les iba a dar el encuentro.
El partido transcurrió igualado durante los cuarenta minutos, con un baloncesto poco vistoso en el que ambos equipos jugaban a trote e intercambiaban errores y malas decisiones.
El Baskonia no pudo jugar suelto, recordando su pobre juego al del jueves en Euroliga ante el Khimki, sin poder correr la pista y estando demasiado condicionados al ataque estático, en el que no se encontraban nada cómodos por la intensidad de los de Spahija aunque más por la ineficacia en la dirección y falta de ideas. Dusko Ivanovic lo explica diciendo que “el que equipo está jugando como sus lesionados”.
Mientras tanto los taronja parecían ver más claro a lo que querían jugar, un ritmo pausando, con un buen control de la situación de De Colo que tenía a Claver como ejecutor en ataques largos y calmados. A pesar de ello, tampoco lograban anotar con fluidez más allá de algún movimiento de Perovic o tiro de Lishchuk, pero el tempo les favorecía.
Los vitorianos parecieron encontrar una vía en el tercer cuarto que secundara el trabajo de Splitter, con un Teletovic caliente que anotó tres triples imposibles para mantener a los vitorianos arriba, algo que se mantuvo hasta cuando restaban menos de cinco minutos que es cuando liderados por Claver, los valencianos endosaron un parcial de 0-7 que les ponía siete puntos arriba e inquietaban al personal presente en el Buesa Arena.
Ahí es fue cuando los locales decidieron ponerse las pilas definitivamente y con intensidad y experiencia lograron en los últimos dos minutos y medio endosar un parcial de 13-4 para ganar el partido. El Caja Laboral subió muchos las líneas, presionó mucho el balón con presión a toda pista y cortó las líneas de pase para forzar tres pérdidas y reventar el partido. Splitter se echó el equipo a las espaldas y consiguió seis puntos consecutivos que fueron completados con un robo a medio campo de Ribas con 2+1 que certificó la victoria local.