Pedían a Aíto lecturas positivas en rueda de prensa y el entrenador del Cajasol aseguró que no las encontraba. Su estreno en liga, derrota abultada ante el UCAM Murcia, escoció a todas las partes del baloncesto sevillano. Si bien todavía es demasiado pronto como para sacar conclusiones, no se han hecho esperar las primeras reacciones del propio equipo, enfocadas hacia la autocrítica.
Ayer mismo Diego Ocampo, segundo entrenador del equipo sevillano, se sinceraba en Radio Marca: “Ninguno de nosotros esperábamos este partido, (…) un partido en el que no compitiésemos. La verdad es que estamos dolidos, pero hay que tener paciencia, trabajar mucho y tener mucha ilusión”. El técnico se mostró muy claro respecto al nivel defensivo del equipo en el debut liguero, señalando que no cumplió “el nivel mínimo aceptable” y sin dudarlo a la hora de referirse a la dirección en cuanto a Satoransky y Tepic (respectivamente): "El problema no radica en cómo rindan en la posición de base, sino que rindan en general: uno que se consolide y otro que tenga regularidad”.
También valoró Ocampo el proyecto sevillano, señalando que "la juventud bien entendida debería de dar un salto cualitativo de ilusión, ganas y trabajo. Hay que saber que los edificios no se construyen en un día y hay que ir poco a poco”, y finalmente, indicó el camino a seguir: "Hay que ser autocríticos, cada uno pensar en lo que tiene que mejorar y construir a partir de aquí. No hay que llorar ni quejarnos de las circunstancias y sí trabajar mucho".
Por su parte, Juanjo Triguero hizo valer su condición de capitán del equipo con total franqueza: "Entré jodido (sic) al vestuario, pero diciendo que éste sólo era el primero de 34 partidos, que esto no se acaba aquí y que hay que levantar la cabeza y pensar en el siguiente. El partido de Murcia no se puede repetir, hay que mirar hacia arriba. He estado aquí en tiempos difíciles y no quiero que se repita. No quiero dinámicas así".
<f> Una vez más, el center valenciano subrayó la juventud y apeló, en la misma línea que Aíto, a una rápida madurez: "Hay seguir mejorando, porque todavía nos faltan muchas cosas por pulir. En el equipo hay gente muy joven y algunos que no conocen la liga. Fue un palo gordo del que debemos aprender, pero hay que centrarse en el próximo partido. Ahora viene Vitoria". Efectivamente, a los sevillanos les esperan dos difíciles compromisos fuera, Caja Laboral y el Asefa Estudiantes de Tariq Kirksay, antes de regresar a Sevilla para vérselas con el Herbalife Gran Canaria. En este sentido, Triguero se ha referido a los cambios de entrenador y parte de la plantilla y ha apelado a la adaptación de los últimos refuerzos y su veteranía: "Los que hemos estado tres temporadas con Plaza debemos cambiar cosas y no es fácil. Lucharemos por que nos lleve el mínimo tiempo posible y todos nos integremos para ganar partidos cuanto antes. (…) Quizás haya que ayudar algo más que en otras situaciones porque somos el equipo más joven del campeonato. Nuestra responsabilidad es llevar a los más jóvenes por el camino que hay que ir".
Uno de los jugadores más destacados del Cajasol ante Murcia (15 puntos y 5 rebotes para 22 puntos de valoración), no ha eludido su nuevo rol: “Es lo que toca y lo asumo encantado. Ahora puedo gastar más tiros, antes se demandaba de mí un rol más defensivo y reboteador, ahora tengo más protagonismo en ataque. Nuestro juego apuesta por correr y eso me gusta. Estoy ontento porque juego más minutos y cuanto más pueda apoyar, mejor”. El mensaje que deja va desde luego en la misma línea que Ocampo: "Creo que va a servir porque nos ha espabilado y ahora estamos todavía más metidos, concentrados en cometer el menor número de errores posible, empapándonos de todos los detalles para hacerlos a la perfección. La repetición nos ayudará a coger automatismos que son muy importantes en una competición tan dura como la Liga Endesa".