Los sufridos aficionados de Bilbao Basket, que vieron como su equipo era expulsado de la ACB a finales de julio, no hubieran podido imaginar por aquel entonces la actual situación del equipo. Los Hombres de Negro no solo han logrado mantenerse en Liga Endesa y salvar al club del abismo de la desaparición, sino que han firmado un comienzo de temporada casi perfecto con cuatro victorias y una derrota en las cinco primeras jornadas de competición. Sito Alonso ha marcado su sello personal a un equipo que se ha reinventado y que quiere aprovechar la segunda oportunidad que el destino le ha concedido. 

Analizamos este exitoso inicio de competición por parte de Bilbao Basket, subrayando las cinco claves para entender la actual situación clasificatoria de los MIB:

 

 

RESETEO MENTAL

La primera misión de Bilbao Basket de cara a la presente campaña era realizar un borrón y cuenta nuevo tanto en los despachos como en lo deportivo. Los impagos, los rumores y dimes y diretes debían pasar a mejor vida para que en el entorno del club se hablara exclusivamente de lo deportivo. No tenia que haber otra preocupación para el cuerpo técnico y los jugadores de la plantilla que lo que pudiera ocurrir en la cancha. Una limpieza mental para una plantilla que sufrió lo indecible la pasada campaña y cuyo uno de sus miembros llegó a admitir al redactor de este artículo que "ha sido un año completamente perdido en mi carrera deportiva".

Las caras de los jugadores y el ambiente que se respira en Miribilla son otros este año. La plantilla se ha rejuvenecido y los veteranos que continñúan en el equipo vuelven a sonreír. Por fin consiguen disfrutar de nuevo con su oficio, el de jugador de baloncesto. Lo mismo ocurre con una afición que jamás ha abandonado a los Hombres de Negro y que han sido el sustento para que el baloncesto masculino de elite no haya desaparecido en Bizkaia. Y esa positividad se transmite al juego. 

DE-FEN-SA

Sito Alonso dejó claro a comienzos de temporada que, a falta de conjuntar piezas y de recuperar físicamente a los muchos jugadores tocados o en recuperación, la clave para que Bilbao Basket pudiera salir adelante sería el sacrificio en defensa. Dicho y hecho. Los Hombres de Negro han mostrado en estas primeras semanas de competición una intensidad defensiva muy considerable, con un trabajo colectivo sobresaliente a la hora de realizar ayudas y cortar las líneas de pase. Y los números no engañan:

Bilbao Basket es el tercer equipo de toda la Liga Endesa que menos puntos recibe (70 por partido). Además, deja a sus rivales en un pobre 39.9%  en tiros de campo (3º mejor de toda la liga) y en un 45.4%  en porcentaje de tiro efectivo (2º mejor de toda la competición. Los equipos que se enfrentan a Bilbao Basket anotan solo 100.8 puntos por cada 100 posesiones disputadas (5º mejor proyección de toda la liga).

Por otra parte, y a pesar de no sobrar los centímetros en la plantilla y no contar con ningún jugador por encima de los 2.08, Bilbao Basket es el segundo equipo que más rebotes recoge por encuentro (37.6), sumando el 53.29% de todos los rechaces que se generan en sus partidos (5º de toda la liga).

MOVIMIENTO DE BALÓN EN ATAQUE

El ataque de Bilbao Basket pecó el curso pasado de ser muy predecible. Sin más que un director de juego puro, gran parte de los puntos de los MIB se generaban a través del juego al poste de jugadores como Alex Mumbrú, Roger Grimau y Germán Gabriel. El presente año las cosas han cambiado mucho en este aspecto del juego.

Esta temporada Bilbao Basket destaca por su dinamismo ofensivo y por el movimiento de balón. En las reglas de Sito Alonso, la pelota no se rifa, ni se amasa en exceso por parte de ningún jugador. No se escatima en pases, ni en movimiento de balón hasta encontrar con paciencia al jugador que en mejor disposición está para mirar a canasta. De esta forma, no es de extrañar que Bilbao Basket sea el tercer equipo con mejor porcentaje en el tiro de dos puntos (56.22%) y que, a pesar de ser el equipo que menos posesiones dispone durante sus partidos de toda la liga (81.28) anota 78.8 puntos (7º de la liga). Esto supone una proyección de 113.5 puntos por cada 100 posesiones, es decir, el cuarto mejor ataque de la Liga Endesa. 

Buena parte de la culpa de este gran movimiento de balón en los MIB la tiene Quino Colom, segundo mejor pasador de la liga con 6.2 asistencias por encuentro. Además, el andorrano es el jugador con mayor porcentaje de asistencias repartidas cuando está en pista (41.2% del total de su equipo) de toda la Liga Endesa. También lidera la liga en la estadística avanzada de influencia ofensiva (Hands of Bucket), que mide el porcentaje de canastas de su equipo que han venido tanto de la mano del jugador como tras pase del mismo, con un 34.3%.

Y si esto no fuera poco, Axel Hervelle es el tercer jugador de la competición en porcentaje en tiros de dos puntos (17/22 T2) y el mejor coeficiente ofensivo de toda la ACB con una proyección de 153 puntos por cada 100 posesiones jugadas en ataque.

INVOLUCRAR A TODA LA PLANTILLA

Desde la puesta en escena en Miribilla ante Montakit Fuenlabrada, Sito Alonso ha intentado involucrar a todos los miembros de la plantilla en la rotación del equipo. Hasta 13 jugadores han saltado a la cancha en las primeras 5 jornadas, incluyendo a un Germán Gabriel cuyo status está en una nebulosa a la espera de poder formalizar su desvinculación. El técnico aragonés marco su impronta desde el primer partido, en el que puso en acción al debutante Borja Mendia a los pocos minutos de comenzar la acción en la pista. Poco que ver con la pasada temporada, en la que el quinteto básico de Bilbao Basket (Raül López, Bertas, Mumbrú, Hervelle, Gabriel) acumulaba minutos y minutos por partido, superando en muchos encuentros los 30 minutos en cancha por cabeza, algo inusual en el basket actual. 

La idea de Sito Alonso es tener a todos los miembros de la plantilla alerta en el banquillo, sabedores que en cualquier momento pueden tener su oportunidad para saltar al parquet. De esta forma se Involucra a todos sus hombres de cara a que la plantilla al completo esté en una dinámica competitiva, preparados para la acción cuando surjan las bajas y haya ausencias. Además, los roles están perfilados de tal manera que los jugadores que tiene su oportunidad para saltar a la pista conocen cuál es su labor, qué pueden aportar para volver seguir contando dentro de la rotación de los MIB.

MARGEN DE MEJORA

La pretemporada de Bilbao Basket fue muy accidentado y peculiar. La pesadilla vivida durante las primeras semanas del verano y la confirmación final de su readmisión en la competición a comienzos de agosto hicieron que el proyecto de Sito Alonso tuviera que ponerse en marcha con retraso y de manera apresurada. En el camino se perdieron fichajes apalabradas y se tuvo que completar una plantilla con hasta siete caras nuevas en prácticamente tres semanas. Para colmo, Sito Alonso se había comprometido con la FEB para ponerse al servicio de Juanan Orenga como asistente de la selección masculina absoluta de cara a la Copa del Mundo y no pudo ponerse a los mandos de la nave bilbaína hasta mediados de septiembre

A las circunstancias anteriores hay que añadirle un dato adicional: varios miembros de la plantilla de Bilbao Basket llegaron a la pretemporada convalecientes de lesiones o de intervenciones quirúrgicas recientes. Hablamos de Latavious Williams, Raül López, Ethan Wragge y Dejan Todorovic, a los que hay que sumar el nombre de Alex Mumbrú, tocado por una molesta lesión de fascio. 

Este cúmulo de elementos hace pensar que el techo de este Bilbao Basket está aún lejos. El primer mes de competición se ha utilizado como si de una pretemporada se tratara, intentando ensamblar las piezas e ir rodando a los jugadores tocados o en recuperacion de sus distintos problemas físicos. Se intuía que estas primeras jornadas serían muy complicadas para los de Miribilla, pero, contra todo pronóstico, han cosechado nada menos que cuatro triunfos. Cayeron en el Buesa Arena ante un Laboral Kutxa que hizo valer su calidad pero también su superioridad física ante unos MIB que aún les queda camino por recorrer para estár al 100% por ese aspecto. Es por ello que en Miribilla deben ser optimistas con el rendimiento de su equipo en el futuro más inmediato.