Sucede casi siempre. Hagan memoria, que existen muchos casos. El más reciente, esta mañana. Morandais, ese jugador que pasó unos meses en el Barça sin pena ni gloria y que más tarde recaló en el Estudiantes, tenía hoy una de esas afrentas tan comunes en los deportes de equipo. Y es que el Barça de Ivanovic rendía visita a la que ahora es su casa, el Madrid Arena y el escolta francés, como no podía ser de otra manera, se marcó un auténtico partidazo y más concretamente, un sensacional primer cuarto. Los diez minutos iniciales fueron sorprendentes, pues los locales se situaron trece arriba (33-20) con Morandais (10 ptos) y Sergio Sánchez (15 ptos) liderando a su conjunto. Pero este equipo es capaz de lo mejor y lo peor y, obviamente, hoy no iba a ser menos. Gracias a una pájara monumental, el Estudiantes dilapidó toda su ventaja en el cuarto siguiente. Con sólo 6 puntos, la cosa volvía a empezar, una vez más. Y el Barça será imprevisible, rozará lo patético en muchas ocasiones y todo lo que ustedes quieran, pero tiene un pedazo de base llamado Pepe Sánchez. El argentino tomó las riendas del partido, dirigió magistralmente y fue la clave la victoria de los catalanes. Las 11 asistencias que repartió hablan por sí solas. Mientras que Sánchez hacía y deshacía a sus anchas, otro Sánchez, Sergio, caía lesionado y tocaba apelar a la épica. Pero Gonzalo Martínez no es capaz de hacer milagros todos los días y los visitantes, poco a poco, cimentaron una victoria merecida (79-86), pues el oficio gana encuentros y títulos.
A estas alturas se preguntarán por el nuevo base, de apellido famoso para la afición colegial. Pues bien, Walter Russell no pudo debutar con su nuevo equipo ya que no ha llegado el tránsfer de la NBDL, su liga de procedencia. Quizá hubiese aportado algo interesante, o quizá no, uno ya no sabe.