Demetrius Alexander empieza a ser el que todos esperábamos, incluido Manel Comas. El ala-pívot de Sant Louis ya dio una pequeña muestra de su talento y responsabilidad en Alicante, arrogándose la responsabilidad ofensiva cuando la bola quemaba, y ayer ante el líder imbatido de la ACB completó su mejor actuación con la camiseta verde: 22 puntos, 4 rebotes, 1 asistencia y 2 recuperaciones, para una valoración de 22, en 31 minutos de juego. El único lunar de las pérdidas (5) no merma el valor de su rendimiento, sustentado por un gran acierto en el tiro (7/12 en tiros de dos, 2/3 en triples y 2/2 en libres); de hecho, en un solo partido mejoró la valoración conjunta de los tres anteriores (había sumado 19 entre todos), mientras que en la anotación se quedó cerca (22 puntos ayer y 32 en los otros tres).
Tras un inicio titubeante, ha recuperado el nivel exhibido continuamente en su currículum y, a su juicio, se debe a que tenía mucho estrés en mi vida fuera de lo deportivo y para mí era difícil concentrarme. Mi mujer estaba embarazada y necesitaba apoyo, y además sufrí la lesión. Ahora me siento muy bien; sólo quiero pensar en jugar al baloncesto. Sé que mis compañeros me necesitan y voy a darlo todo por el equipo.
A pesar de haber mejorado ostensiblemente su juego, Alexander sabe que debe potenciar sus prestaciones, especialmente en el rebote y en algunos despistes en defensa: Todavía tengo que mejorar en diversos aspectos del juego. Lo sé y trataré de aportar cada día más cosas al equipo. El bloque se está consolidando poco a poco y creo que será un buen año para el Caja San Fernando.
En ese sentido, el ala-pívot cajista se ha mostrado confiado en la buena línea de juego que ha tomado el conjunto de Manel Comas, a pesar de haber cosechado tres derrotas en este inicio liguero: Al principio era complicado por haber llegado muchos jugadores nuevos y por la ausencia de varios que estaban con sus selecciones. Ahora nos conocemos todos mucho mejor, vamos sabiendo lo que el entrenador quiere exactamente en cada momento y se entienden bien los roles. Cada uno sabe lo que tiene que hacer para el equipo. Lo único que nos queda es ir jugando partidos juntos. Iremos mejorando y se verá en las próximas jornadas.