El DKV Joventut le cogió el truco al ataque del Ayuda en Acción Fuenlabrada desde el principio. El balón llegaba a Esteban Batista y entraba en acción la maquinaria defensiva verdinegra. Ayudas para evitar que el uruguayo viera el aro… y ahí moría todo el juego local.
Así se fue desarrollando el partido que acabó con una soberana paliza. El ‘Fuenla‘ fue humillado, su afición le pitó. Y no fue al final del partido, fue durante el transcurso del mismo. Doloroso aviso para el equipo de Luis Guil, que reconoció haber sentido "vergüenza" por la imagen que ofreció su equipo.
El mal juego ya no se le puede achacar a las ausencias de Fitch, Berzins o Mainoldi. Ellos ha vuelto, pero las sensaciones que despierta el equipo no pueden ser peores. Tras un 4-0 de inicio, el Fuenla ha perdido los 7 partidos siguientes y ha pasado en algo más de un mes de ser el líder de la tabla a estar en el descenso.
El hace unas semanas infalible Gerald Fitch ha terminado con 1 de 8 en tiros de tres, Berzins ha terminado con -6 puntos de valoración y Laviña con -3. Batista sólo ha anotado 3 de sus 10 tiros de dos, y el Joventut ha superado en todos los aspectos a los naranjas.
Antonio Bueno fue el mejor de los de Sito Alonso en su retorno al Fernando Martín, los jóvenes Eyenga, Tripkovic, Tomàs y sobre todo Josep Franch -con muchos minutos ante la ausencia de Kris Valters por lesión- han brillado con luz propia ante una sombra de rival.
En resultado final, 61 a 103 deja a las claras la diferencia entre dos equipos que han sido como la noche y el día. La degradación del Fuenla sigue su paso y sólo un giro de 180 grados en la actitud de la plantilla podría hacer cambiar la situación.
