Irremediablemente tenía que pasar. Y más si coinciden los partidos de las dos secciones en un espacio de horas muy cercano. Y más si el nuevo presidente llevaba apenas horas en el cargo. Lo que tenía que ocurrir, ocurrió. La crisis institucional del Madrid, la dimisión de Ramón Calderón, la llegada de Boluda, todo el trasiego de la semana pasada, en definitiva, terminó por tocar también a la sección de baloncesto. Es lógico, ya que se trata de una parte más del club pero, sin embargo, la hermana pequeña del club parecía haber dejado de lado todo el asunto. Hasta ayer, cuando Boluda bajó a los vestuarios, cuando Plaza comenzó la rueda de prensa posterior a la victoria blanca dedicándole el triunfo a Calderón. De una forma un otra, se entiende esas muestras de gratitud, pues no olviden un verano de 2006 con un presidente entrante y Joan Plaza como nuevo entrenador.
Han pasado dos años y medio, todos con Plaza en el banquillo blanco y hay que decir que pronto tendrá un nuevo examen el técnico catalán. En realidad, siempre los pasa, cada día, desde el momento en que ocupó su cargo. Ayer, de nuevo rendía cuentas. Y salió victorioso, como en Badalona, como en Moscú. El Madrid escala posiciones y de paso pone una sonrisa a sus aficionados, que sufren de aburrimiento y desesperación con un equipo de fútbol que le ha dado ahora por ganar, pero no por enamorar.
En cambio, los chicos del basket rindieron ayer a un alto nivel, con un tercer cuarto espectacular. Ahí apareció Bullock, al que muchos se empeñan en retirar desde hace tiempo. El norteamericano acabó con 25 puntos y con el partido. Nada que objetar.
Al finalizar del mismo, Plaza valoraba algunos aspectos: “Estamos dando minutos de muy alto nivel y principalmente en defensa, que es lo que me gusta”
El público disfrutó de una mañana de basket en estado puro, de un encuentro muy serio de los suyos. No se puede negar que el Madrid tiene mejor aspecto que hace meses. El hecho de que Plaza haya aguantado a los mandos puede tener mucho que ver