Tres derrotas consecutivas después, el Caja Laboral volvió a encontrarse con su viejo amante la victoria ante el Asignia Manresa, que a pesar del aparatoso margen dejó una digna imagen en Vitoria, siendo un quebradero de cabeza para los locales cada vez que se encontraban en racha ofensiva.

Parecía que la resistencia manresana iba a ser de corto recorrido, tanto que ni siquiera se vislumbraba la presencia del equipo catalán en los dos primeros minutos, en los que los azulgrana querían certificar el triunfo por la vía rápida con una canasta por cada miembro del quinteto titular para llevar a un 10-0 de inicio.

Pero no, los de Ponsarnau se recuperaron y empezaron a anotar sus tiros y entraron en un partido que bailó al son de los altibajos del equipo dirigido por Dusko Ivanovic. Ambos equipos intercambiaban pequeñas rachas, siempre lideradas por un apagado Baskonia, que no conseguía recuperar sensaciones y que de hecho, es algo que no lograron hasta los últimos quince minutos de encuentro.

Las defensas alternativas, los despistes locales en defensa y un ataque muy eficaz en el Pick and Roll, hacían que los del Bages se pusieran a tan solo dos puntos con dieciocho minutos por jugar.

El público se desesperaba ante un partido sin pasión y sin intensidad. Ahí es cuando el Caja Laboral se puso las pilas y al menos consiguió sacar quince minutos aprovechables, en los que se sacaron algunas notas positivas más allá del siempre trabajo presente de San Emeterio.

El Manresa, que funcionaba muy bien con las parejas formadas por San Miguel-Lewis y San Miguel-Slokar, dejó de funcionar con esa solvencia a la par de que Teletovic se hizo el dueño de ambas zonas y Pau Ribas destapaba toda su esencia en el final del tercer cuarto.

Aún así siguieron luchando y no se vinieron abajo hasta los últimos cuatro minutos finales, a pesar de que el Caja Laboral encontró por fin su juego y se convirtió en una locomotora que veía fácil el juego y podía correr con un Marcelinho que recuperaba sensaciones.

La última noticia positiva para los intereses vitorianos es el traslado de Logan a su posición natural de escolta que pueda amenazar desde la anotación y desde la creación de juego por sus aptitudes para buscar el aro en situaciones de 1×1 y 2×2.

La nota positiva por parte manresana es que muy a pesar de la superioridad sobre el papel del Baskonia, su capacidad de lucha y de sobreponerse a las dificultades es muy grande y es en casa donde deben hacerse valer de estas aptitudes y actitudes para volver a poder salvarse.