El baloncesto europeo trata de mirarse en el espejo de la NBA para imitar, en la medida de los posible, su exitoso modelo. En ocasiones, esta importación de reglas y de medidas no suele tener un efecto beneficioso o, su uso, suele acarrear consecuencias perniciosas. Este es el caso del derecho de tanteo.

Explicado sucintamente y sin entrar en reglas específicas, derecho de tanteo supone en la NBA un derecho preferencial por parte de las franquicias sobre los jugadores que finalizan contrato. Si la franquicia lo estima conveniente, al jugador que finaliza contrato se le puede presentar una oferta cualificada (cuya cuantía mínima está especificada por convenio) y ser considerado un agente libre restringido. En ese caso, si la franquicia de origen iguala la oferta que otro equipo presenta por el agente libre restringido, ejercerá su opción preferencial y se quedará con el jugador en los términos de la oferta igualada. Si nadie presentase oferta, el jugador sería renovado por el equipo de origen por la cantidad de la oferta cualificada

Este concepto ha sido implantado en la Liga Endesa desde hace unos años y su extensión ha ido aumentando, hasta aplicarse incluso a los jugadores extracomunitarios. Así, el derecho de tanteo permite a los clubes ACB mantener a los jugadores que finalizan contrato sujetos a este derecho. La opción queda en manos del club, que lo ejercitará mediante la presentación ante la ACB de una oferta cualificada por el jugador por el 70% de su nómina anterior. 

En estas circunstancias, pueden ocurrir tres cosas:

1.- En el caso de que ningún otro club puje por el jugador en el plazo previsto para presentar ofertas, la  oferta cualificada se hace efectiva y el club de origen renueva automáticamente al jugador.

2.- El jugador sujeto al tanteo puede aceptar una oferta de otro club y presentarla ante la ACB. El club de origen tiene en este caso la posibilidad de igualar la oferta presentada en el plazo de 5 días naturales. En este caso, el club de origen se quedaría con el jugador. Si decide no igualarla, el acuerdo aceptado por el jugador con el nuevo equipo tendrá plena validez. 

El derecho de tanteo sólo afecta al ámbito de la ACB, pero es importante poner de relieve que no caduca. Si un jugador sujeto al derecho de tanteo llega a un acuerdo con un club que no sea ACB, el club de origen mantiene los derechos para cuando regrese a la máxima competición del basket español.

Este sistema tiene unos efectos nocivos en el principal sujeto de este deporte: el jugador. Al jugador se le restringe su libertad para poder tomar decisiones en torno a su carrera. En algunas ocasiones, los clubes de origen utilizan el derecho tanteo para poder obtener un rédito económico a cambio de renunciar a ejercerlo ante una oferta de otro club. En otras, sin embargo, los clubes ejercen su derecho a igualar ofertas para evitar que un determinado jugador recale en un competidor directo. En esos casos, cuando el jugador tiene el firme propósito de abandonar su club de origen, le quedan dos vías para liberarse: a) pagar para desvincularse de su club de origen b) optar por firmar por un club de fuera de la ACB, consciente de que, si en un futuro quiere volver a nuestra liga, se va a encontrar con el mismo obstáculo ya que el tanteo no caduca con el paso del tiempo. En un momento tan delicado para el baloncesto español, la ACB no puede permitirse el lujo de coartar la circulación de los jugadores y condenarlos a tener que pagar un "arancel" por su libertad o, peor aún, a jugar fuera de nuestras fronteras. Una vez más, parecemos empeñados en tirarnos piedras contra nuestro propio tejado poniéndole puertas al campo.