
El Baloncesto Fuenlabrada se impuso por 81 a 76 al Asefa Estudiantes en la decimotercera jornada de Liga ACB en un partido muy igualado pero en el que los fuenlabreños supieron poner ese extra necesario para ganar los derbis.
La primera parte estuvo dominada por Esteban Batista. El uruguayo fue el jefe de la pintura y el Estudiantes no pudo pararlo con Asselin mientras que el lesionado Nik Caner-Medley observaba desde el banquillo.
Sólo la defensa zonal del Estudiantes pudo frenar al Volcán Batista. Entonces fue el turno para los exteriores fuenlabreños. Con Laviña lesionado en los primeros minutos de partido, Rabaseda, Cortaberría y Kus tuvieron sus minutos de protagonismo.
Xavi Rabaseda encendió los ánimos del público con dos mates consecutivos cuando Asefa Estudiantes acababa de meterse en el partido. El joven jugador catalán sigue con su progresión, madurando en momentos importantes de la temporada.
Jon Cortaberría supo suplir al ripollés cuando Hernán Jasen le ganaba la partidos metiéndolo en el poste bajo. El donostiarra se atrevió a lanzar y dio el paso adelante que necesitaba su equipo en el momento más adecuado.
Leo Mainoldi también estuvo acertado en los minutos calientes, ya que anotó un triple que prácticamente acabo con las opciones de una victoria a la desesperada del Estu y ayudó en el rebote con 9 capturas.
Y en los minutos finales fue Davor Kus el que supo congelar el partido. El escolta croata vio premiado su esfuerzo y su trabajo diario con un triple decisivo y acierto en los tiros libres finales, cuando los de Luis Caismiro forzaron faltas personales.
Davor Kus llegó a Fuenlabrada con la temporada comenzada para ocupar el espacio que dejó Gerald Fitch al no poder renovar con el Fuenlabrada tras llegar lesionado a la pretemporada. Durante estos meses, el escolta croata no había encontrado acierto de cara a la canasta, y además la mala suerte le hizo fallar un tiro decisivo como el triple que se salió en el Centro Insular de Deportes y que habría dado la victoria al Fuenla ante el Granca en su inexpugnable feudo.
Sin embargo, Salva Maldonado siempre ha alabado la capacidad de trabajo del jugador del Fuenlabrada, que ha trabajado horas de más perfeccionando su tiro -siempre es el primero en llegar al pabellón-. El partido de hoy pone en evidencia el fruto de su trabajo y la importancia que tienen los jugadores secundarios en la estructura del equipo.
Ahora, el Fuenlabrada tiene a tiro la Copa del Rey, aunque para conseguir un billete que le meta entre los ocho mejores deberá ganar dos de los próximos cuatro partidos (que incluyen tres desplazamientos).
Si el Fuenla quiere meterse en la Copa, deberá salvar su asignatura pendiente y ganar lejos del Fernando Martín, algo que bajo la batuta de Salva Maldonado sólo ha conseguido en una ocasión (en la segunda jornada de esta temporada, derrotando al Meridiano Alicante en el Centro de Tecnificación).