72 F.C. Barcelona (16+15+21+20): Jasikevicius (13), De la Fuente (2), Bodiroga (20), Fucka (11) y Dueñas (2) – cinco inicial-, Navarro (10), Femerling (4), Rodríguez (9) y Alzamora (1).

59 Real Madrid (12+15+14+18): Victoriano (7), Angulo (0), Mumbrú (6), Alston (14) y Tarlac (6) – cinco inicial-, Sonseca (2), Herreros (15), Digbeu (6), Mulaomerovic (3) y Reyes (0).

Árbitros: Sancha, De la Maza y García Ortiz.

Incidencias: Última eliminatoria de cuaertos de final de la 67 edición de la Copa del Rey que enfrentaba a Real Madrid y F.C. Barcelona en un clásico venido a menos por el mal momento de la sección de baloncesto del Real Madrid. Lleno absoluto en el pabellón de la Fuente de San Luis.

Crónica:

No fue hasta el tercer minuto de juego cuando se abrió el marcador Una canasta de Mumbrú rompía el 0-0 inicial y la tensión que atenazaba a ambos equipos. El Madrid parecía muy motivado y muy convencido de sus posibilidades y el Barcelona de su superioridad.

Tarlac, cometió su tercera personal rápidamente y perdió otra nueva oportunidad de agradar como jugador madridista y el Barça seguía haciendo su trabajo e imponiendo su calidad para empezar a marcar las primeras distancias (13-8, minuto 8).

Muy pocos puntos al final del primer cuarto y sólo algunas acciones espectaculares como un gran mate de Mumbrú sobre Fucka para reseñar en este período (16-12).

El Barcelona sacaba gran ventaja en el rebote ofensivo, aprovechando la mayor envergadura de sus hombres, teniendo así casi siempre segundas y terceras opciones en cada ataque. Imbroda cambió por completo el quinteto que había empezado el encuentro, pero tampoco parecía ser la solución.

La zona parecía ser la siguiente alternativa para el Madrid pero rápidamente dos triples de Bodiroga y Rodríguez deshacían la defensa blanca y situaban al Barcelona 6 arriba.

A falta de tres minutos, sin embargo, dos triples de Digbeu y Herreros metían de nuevo al Madrid en el partido y obligaban a Pesic a solicitar un tiempo muerto.

Seguía el partido careciendo de calidad y buen juego, prueba de ello eran los pocos puntos anotados en la primera mitad del partido y era ahora el Madrid quien parecía estar más metido en él hasta que una canasta espectacular, y no menos habitual, de Bodiroga sobre la bocina al filo del descanso dejó al Barcelona por delante para afrontar la segunda mitad (31-27).

La gente se lo pasaba en grande en las gradas, gracias a las múltiples charangas y a las aficiones de Unicaja, Estudiantes, Joventut y Pamesa, mientras el Barcelona se empeñaba en darle opciones al Madrid de meterse en el partido. Pero los hombres de Imbroda parecían no querer. En ningún momento encontraban sus opciones en ataque y hacían gala de un juego desordenado.

Aparecieron Bodiroga y Navarro y por fin se despegó el Barça en el marcador (42-34, minuto 28). Y es que, hoy por hoy, los de Pesic siguen sin mostrar un gran juego de equipo y están en manos de las individualidades de sus figuras. Individualidades que rompieron el marcador al final del tercer cuarto, cuando más daño podía hacer.

Con 11 puntos de ventaja, la máxima en todo el partido, llegaba el Barcelona a los últimos 10 minutos de eliminatoria. Momento en el que a Imbroda le dio por experimentar con dos bases en cancha y una defensa en zona. Lucio Angulo, curiosamente, no volvió al parquet desde que lo abandonara en los minutos iniciales, al igual que Sonseca, que estaba haciendo un buen partido.

No dieron resultado las pruebas del técnico madridista, quizás como cabía esperar, y la distancia fue creciendo hasta los doce puntos. Quizás lo más preocupante fuera que el Real Madrid sólo había sido capaz de anotar 47 puntos en 35 minutos de juego.

No hubo más, el Madrid no fue capaz de encontrar forma alguna de hacer puntos mientras que los culés, sin hacer un gran partido, iban consiguiendo punto tras punto para acabar el partido con 13 de ventaja. Al final 72-59 y Unicaja – Barcelona en semifinales.

La clave: El Madrid de hoy en día no es rival para el Barcelona ni para ninguno de los equipos grandes de la ACB.

El mejor: Cómo no, Bodiroga. Fue el mejor de su equipo y el único que estuvo a un gran nivel todo el partido.