El Real Madrid sonríe. Como si del fútbol hubiesen heredado la euforia liguera, los chavales de Plaza están a un paso de conquistar la ACB. Hace un rato han vencido al Barça en el segundo encuentro. El partido ha sido un auténtico espectáculo y quien haya tenido la suerte de vivirlo en directo, tardará en olvidarlo.

Porque Felipe Reyes se ha consagrado como uno de los mejores pivots de Europa. Muchas veces, excelentes jugadores tienen que bordarlo en las grandes citas para ser reconocidos como estrellas. Ignoro si Felipe no lo es ya, pero por si acaso, aquí deja una nueva muestra de su poderío. Está realizando una final soberbia. Además, también se ha serenado con el paso de las eliminatorias. Y digo esto porque a un soberbio puñetazo de Basile, el cordobés reaccionó con entereza, justamente el día que más razón tenía para alborotarse. Pero este Madrid es así, capaz de lo mejor en una temporada que ya se puede calificar de sobresaliente.

Durante el choque hubo duelos sensacionales con un Kakiouzis genial ¿a caso Ivanovic no lo sabía? Basile es bueno, muy bueno, pero ayer sus actitudes de camorrero oscurecen un poco sus magníficas actuaciones. La forma de encestar del italiano más allá del 6,25, siempre como cayéndose pero perfectamente sereno, es ya parte de la historia de la ACB. También estaba por allí un tal Raúl López. El base de Vic tiene tanta clase, que muchas veces da la sensación de que se le va a escapar el talento de las manos. Bota de una manera tan fuerte y precisa que uno es capaz de escuchar el balón contra el parquet incluso con 14.000 personas vociferando alrededor. Si en Septiembre le ven jugando con Gasol y compañía, que no les extrañe.

El final fue de infarto con los visitantes poco contentos con el arbitraje. Parece ser que a los aficionados del Madrid no les queda otra que sufrir hasta el último segundo en todos los partidos, da igual que sea fútbol o baloncesto. Cuando Vistalegre celebraba antes de tiempo el 2-0, Basile lanzó un triple desde los burladeros que no entró nadie sabe por qué. El Madrid sonríe, el Barcelona se ahoga. No obstante, tal y como se han desarrollado los dos primeros enfrentamientos, no es de extrañar que se dispute un partido más en la capital. Para ello el Barça debe hacer justamente lo mismo que ha hecho el Madrid hasta ahora, esto es, saber resolver en los instantes finales.Ivanovic está convencido de ello. En el Madrid apelan a la serenidad. La serie viaja a Barcelona ¿Volverá?