El pívot malagueño que pertenece al Unicaja y que la pasada campaña disputó la mitad de la competición en el Ourense ha conseguido cerrar su fichaje por dos años con opción a un tercero con el equipo del Maeztu.

Después de unas largas y duras negociaciones el jugador ha forzado la situación para que su club, el Unicaja le dejara volver a las órdenes del entrenador que le llevó a la gloria del oro en el campeonato del mundo.