Hiopos Lleida ha arrancado la temporada 2025-26 de la Liga Endesa como un tiro. En la segunda temporada en la élite, los de Gerard Encuentra quieren dar un paso adelante y tras un gran verano en los despachos, el inicio ha sido inmejorable. Entre el ruido del gran inicio de los del Barris Nord, un jugador en particular ha emergido como la gran revelación, asumiendo el liderazgo anotador y captando la atención de toda la liga.

Un inicio de temporada con la ambición por bandera

Hiopos Lleida ha arrancado la campaña con dos triunfos que han sorprendido a muchos: 87-68 frente al Río Breogán y 91-86 ante el Barça Basket en un Palau Blaugrana teñido de burdeo. En ambos partidos, la figura de Caleb Agada ha sido determinante. Con su capacidad para anotar, asistir y capturar rebotes, se ha convertido rápidamente en el eje ofensivo y defensivo del equipo. Su versatilidad ha permitido a Encuentra ahogar a gallegos y catalanes en su planteamiento táctico sustentado en jugadores versátiles en ambos lados de la cancha.

El rendimiento de Agada ha sido especialmente notable en el triunfo contra el Barça Basket, donde sumó 18 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias. Su presencia en la cancha ha generado oportunidades para sus compañeros y ha demostrado que, incluso en los escenarios más exigentes, puede marcar la diferencia. La combinación de liderazgo y eficacia estadística ha hecho que Lleida empiece la temporada con una identidad clara, ambición palpable y, como consecuencia, una comunión con su afición increíble.

Una llegada a la Liga Endesa con aires de reivindicación

Caleb Agada llegó a Hiopos Lleida como jugador desconocido, pero con más de 9 equipos diferentes a sus espaldas. El canadiense-nigeriano, con experiencia en el CB Prat, Melilla, Al Ahly Tripoli y Hapoel Be’er Sheva, aporta no solo puntos sino un bagaje competitivo y experiencia que pocos jugadores de la plantilla poseen. Su contratación refleja la ambición de Lleida por crecer en la élite del baloncesto español dentro de lo que permite su capacidad económica.

Lejos de ser un jugador de transición, Agada ha mostrado desde el primer partido que es un líder dentro y fuera de la cancha. Su adaptación al estilo de juego de Lleida ha sido inmediata: asume responsabilidades ofensivas, organiza el ritmo del equipo y genera oportunidades para sus compañeros. Gracias a su rendimiento, el equipo ha comenzado la temporada con una identidad clara y con un inicio que ha sorprendido a toda la Liga Endesa.