Con dos derrotas y una victoria, el Gipuzkoa Basket se sitúa en el decimocuarto lugar de la tabla (empatado en balance con el noveno) y afronta en la jornada cuatro su segunda salida de la temporada rumbo a Barcelona tras un partido contra la Penya en el que el capitán, Javi Salgado, cerca estuvo de acariciar el tiro de la victoria en un partido impreciso y errático.

Llegamos a la cuarta jornada con dos derrotas y una victoria; no es un mal resultado, pero el juego que mostró el equipo en la visita de la Penya sí puede hacer saltar las alarmas.

El equipo en casa está teniendo un poco de tensión extra; aún se está soltando. En pretemporada jugábamos más sueltos, más fácil en definitiva; pero en los dos partidos que hemos jugado en casa en temporada regular, incluso en el primero que ganamos, nos está costando jugar fluido. Todavía tenemos que soltar tensiones, quitar esos nervios de jugar en casa y acoplarnos todos bien con la gente nueva para que todo sea más fluido. Creo que el equipo trabaja bien, hace las cosas bien y aunque es cierto que el pasado sábado no hicimos nuestro mejor partido hay que sacar lecciones positivas y a pesar de hacer un mal partido estuvimos a punto de ganar contra un buen equipo que viene de quedarse cerca de ganar al Barça. Es muy pronto todavía para encender alarmas, pero es cierto que tenemos que mejorar mucho, siendo eso sí, conscientes de que el equipo trabaja bien y la mejora llegará.

No es una de tus principales tareas, pero te tengo que preguntar por el rebote. Se ha convertido en el talón de Aquiles de este equipo y las segundas oportunidades de tiro regaladas están pasando factura.

También es mi tarea, es tarea de todos. El otro día Guillem Vives nos castigó y cogió cuatro rebotes en ataque que nos hicieron mucho daño y parte de esa culpa también es mía. El rebote no es sólo trabajo de los pívots; yo puedo ayudar lo que puedo ayudar, como es lógico, pero tengo que, por lo menos, intentar no causar más daño y que mi hombre no nos castigue en esas situaciones. Está claro que el rebote es uno de los mayores problemas que estamos teniendo; sólo tenemos a David como cinco puro y nos están atacando mucho por ahí. Los rivales nos cargan muy fuerte el rebote sabiendo que nos pueden hacer daño pero tenemos que trabajar y ser conscientes de los cinco jugadores que están en pista.

Se promedian 65 puntos por partido. El ataque tampoco termina de fluir. Si queremos sumar victorias necesitamos más gente sumando en esta faceta.

Sí, necesitamos que haya más gente anotando. En el último partido pasó una cosa un tanto extraña, y es que dos jugadores que no suelen tener malos porcentajes (Anthony Winchester 0/8 TC, y Charles Ramsdell 0/9 TC), no anotaron ningún tiro; eso es algo anómalo, no es algo que se de normalmente. Somos un equipo que nos basamos mucho en el colectivo y tenemos que ser capaces de lograr que más gente anote. No hablo de que todos anotemos 20 puntos, pero sí 10, 8, 12… para que el equipo no cargue tanta responsabilidad en David al poste bajo o en Jason en posiciones exteriores. Entre todos tenemos que sumar más puntos y estoy seguro de que lo vamos a hacer. No tengo ninguna duda sobre esto porque tenemos calidad y jugadores con capacidad de anotación suficiente para poder hacerlo.

No todo va a ser malo, este año por fin se están controlando las pérdidas y además el equipo muestra actitud trabajadora.

El equipo es muy solidario y trabajamos muy bien. Somos un buen bloque pero es cierto que eso todavía no nos ha resultado suficiente para ganar, al menos en las dos últimas jornadas. En Valencia, el equipo que teníamos enfrente estaba muy rodado; tienen un equipazo y físicamente son muy superiores a nosotros; no estuvimos muy acertados y eso propició que ellos ganaran con facilidad. En el caso del último partido (contra el Joventut), ante una mala salida, el equipo supo reaccionar,  supo volver al partido poniéndose incluso por delante; llegamos a un final muy igualado que terminó decantándose de su parte pero perfectamente podríamos estar hablando ahora de una victoria.

En lo personal, ya lo demostraste el año pasado y una vez más, cuando el equipo te necesita es imposible verte echar la toalla.

Intento, sobre todo cuando salgo desde el banquillo, aportar lo que el equipo necesite. El sábado nos hacía falta tiro exterior porque no estábamos anotando desde fuera e intenté tirar, a la mínima oportunidad que tuve, para que el equipo fuera cogiendo confianza. En este caso estuve acertado y eso propició que cada vez me sintiera mejor e hiciera un partido más o menos bueno en ataque; pero es cierto que esto siempre es más cómodo saliendo desde el banquillo, porque te da la oportunidad de ver un poco por dónde va el partido para conseguir hacer la lectura correcta e intentar aportar al equipo lo que creas que puede faltar. Desde el banquillo puedes hacer una buena lectura para sumar en lo que sea necesario.

Con el viaje a Barcelona de este domingo habréis completado dos de las salidas más complicadas del curso en las primeras cuatro semanas –la otra fue Valencia en la jornada 2–. ¿Es mejor que éstas salidas sean a principio de curso, cuando aún no hay nada en juego?

Esas salidas son complicadas siempre, pero es cierto que ahora quizá nos vengan mejor, sobre todo para darnos cuenta del nivel que tiene la Liga. De Valencia nos llevamos una lección aprendida y es que si no estamos al 100% y hacemos las cosas perfectas este tipo de equipos te pasan por encima. En Barcelona va a ser igual. Si no somos capaces de hacer las cosas muy bien en defensa, estar acertados en ataque y estar concentrados en todo momento en el partido, el Barça en su casa te puede apalizar. Esa lección nos vino muy bien en Valencia y quizá ahora podamos demostrar si la hemos aprendido para ser capaces en Barcelona de corregir esos errores durante los 40 minutos.

¿Como se le mete mano al Barça en su casa?

Es difícil. Es muy difícil porque sobre todo tenemos un hándicap que yo creo que es el físico. Creo que tenemos que ser conscientes de que nosotros tenemos nuestras armas, sabemos cuales son, tenemos a David en el poste bajo, a Jason en posiciones exteriores, a Anthony y a Charles como tiradores, a Raul y a mi desde el puesto de base… tenemos nuestras armas importantes para castigarles y a partir de ahí tenemos que ser conscientes y ser capaces de sacar provecho de nuestras mejores opciones y en defensa ser muy solidarios, ser capaces de hacer una defensa colectiva muy buena para suplir los 1×1 que puedan superarnos en posiciones interiores, de Navarro, de Marcelinho y el resto de jugadores de muchísima calidad que tienen. A partir de ahí debemos ir creciendo durante el partido y llegar a ser capaces de competir los 40 minutos y llegar a un final con opciones.