La experiencia es un grado. Es como la vida misma. Se va madurando con el paso del tiempo, en este caso con el de los partidos. A mayor conocimiento, mayor enriquecimiento personal. Hay casos excepcionales como Ricky Rubio que demuestran una madurez impropia de su edad pero, salvo contadas excepciones, la gran mayoría necesitan unas pautas que van más o menos rápidas dependiendo de la evolución del propio jugador.

El equipo valenciano dispone de dos promesas con mucho talento. Uno de la cantera y otro de prolifera escuela croata. Ambos tuvieron una destacada actuación en el Palau. El entrenador griego tuvo unas palabras de elogio hacia ellos:

Stanko Barac: 30 minutos, 8 puntos, 7 rebotes y 2 tapones (+13 valoración)

Respecto a Barac, que ya había dejado muestras de su potencial, explicó que “es un joven que no tiene margen de baloncesto en general. No tiene experiencia en partidos como hoy. Es bueno para él. Cada vez un paso adelante. Tiene talento, es un jugador grande y demuestra buenas sensaciones en la pista”. El mismo Katsikaris reconocía que fue una de las claves de la reacción del equipo.

Víctor Claver: 24 minutos, 17 puntos, 4 rebotes, 1 asistencia, 2 recuperaciones (+22 valoración)

La perla valenciana tuvo que esperar hasta finales de la temporada pasada (coincidiendo con la llegada del propio Katsikaris) para empezar a tener protagonismo. La falta de oportunidades de Ricard Casas influyo en los pocos minutos de juego que tuvo. Por suerte todo cambió y explotó en Play Off en la eliminatoria contra el Real Madrid demostrando hechuras de gran jugador.

El técnico conoce perfectamente la calidad del ala-pívot y lo dejó muy claro en la rueda de prensa: “Con Víctor trabajamos más que con los otros jugadores. Tiene un programa especial físico. Tiene futuro. Está todo en su mano. Tiene que insistir con el trabajo en pista, con balón, con pesas… Ha jugado con tranquilidad tomando decisiones más correctas”.

Sabe que la única manera que tienen estos chavales de mejorar y seguir progresando es disputar partidos antes rivales de entidad. Esto implica mucha intensidad y presión mental. Contra el AXA Barcelona ha sido un claro ejemplo.

“Jugando partidos como hoy para ellos es perfecto”

La juventud al poder.